La triste huella de los neumáticos

caucho-dosEl caucho es uno de los elementos fundamentales con los que se fabrican las ruedas, y su extracción sigue siendo una labor nada apetecible

Gracias a buscadores como Google, podemos encontrar un neumático para nuestro vehículo en pocos minutos y a buen precio. El mercado es así. Los consumidores buscan el mejor precio y las compañías productoras intentan rebajar su coste lo máximo posible para que el sistema siga funcionando.

Pero al igual que se discute con fervor sobre cada partícula de los alimentos que se producen cada día, sobre si tienen más o menos calorías o grasas, en ocasiones los consumidores no nos preguntamos de dónde procede una materia prima como el caucho, esencial no solo para fabricar neumáticos, sino que puede tener en origen otros usos ya que el caucho es una derivación del látex, con el que se hacen guantes, globos o preservativos.

En la Organización de Consumidores y Usuarios se preguntaron por el origen del caucho, y viajaron hasta por el mundo para descubrir en qué situación viven los que trabajan con él. Tailandia, Malasia e Indonesia producen más de 70 por ciento del caucho con el que se trabaja en el mundo. Verdaderas minas para las empresas de neumáticos, que tienen varias plantas en estos países y que mueven varios millones de euros al año. Pero la capacidad de estas compañías para abastecerse del caucho depende directamente de los extractores, esto es, familias enteras a las que no se les paga un dinero fijo por su trabajo, sino que el pago fluctúa según la ley de la oferta y la demanda, como a la mayor parte de los agricultores.

 Además, la relación de las compañías de neumáticos no es directa en la mayoría de los casos. Según la OCU, «las marcas de neumáticos son ambiguas con respecto a la compra de componentes de caucho natural, pretenden no tener ninguna relación directa ni directrices específicas para las plantaciones de caucho».

Por otra parte, las empresas que se dedican a la fabricación de neumáticos invierten cada día más dinero en no tener que recurrir al caucho, pero las ruedas que se hacen actualmente no se pueden reciclar en su totalidad, por lo que los desechos pasan a formar parte de césped artificial, pistas de atletismo o suelos para parques infantiles.

Las compañías no han encontrado una alternativa que permita prescindir del caucho, por lo que, por ahora, el sistema seguirá funcionando como hasta ahora.

 

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