La arquitectura en su entorno

 «La Arquitectura Comprometida»

Por Rocío Martín Bautista. Estudiante de Arquitectura

Pensar en La Alpujarra, es pensar en una forma de hacer arquitectura, de hacer paisaje,  donde con pocos elementos tienen la capacidad de crear un espacio enriquecedor. Y no es la repetición de estos lo que cualifica estos espacios, sino el modo en cómo son utilizados, no se trata de la imposición de un modo de asentamiento en un lugar, sino de la búsqueda de un sistema que se adecue al territorio que lo rodea, que cumpla con las necesidades del hombre y se acomode a las características del paisaje.

Atalbeitar, Granada./ Javier Callejas (Archivo GR)
Atalbeitar, Granada./ Javier Callejas (Archivo GR)

Recorrer estos pequeños núcleos urbanos creados por el hombre apoyándose en los elementos que ya posee el sitio, constituye toda una experiencia. Todo parece haber sido pensado en virtud del entorno y en virtud del paisaje que se crea: un muro lo suficientemente bajo para poder asomarnos al lugar, las estrechas calles que enmarcan el entorno como si de una fotografía se tratase, un hueco que traslada la vida doméstica a la calle, las chimeneas como pequeños hitos que salpican el paisaje, y esa capacidad de lo construido de adecuarse a lo existente que hacen que cada elemento a pesar de repetirse una y otra vez (la cubierta de launa, la chimenea, el tinao, …) sea diferente al anterior y nos aporte una nueva sensación, una nueva mirada, una nueva impresión. Parece como si cada pequeña pieza encajase en el lugar que le corresponde al servicio del conjunto que le rodea, y la suma, una a una, buscando la armonía con la anterior y con el lugar en el que se asienta, parece ser la fórmula del equilibrio entre el entorno y la arquitectura, y todo ello sin perder el carácter funcional para el que fue pensado y construido cada elemento, cada pieza.

Busquistar, Granada./ Javi Callejas (Archivo GR)
Busquistar, Granada./ Javi Callejas (Archivo GR)

Es posible en La Alpujarra contemplar el paisaje desde el entorno urbano, y es posible lo contrario, contemplar el entorno urbano desde el paisaje. Se crean perfectas transiciones entre el entorno, el espacio público y lo construido, porque ha sido necesario entender primero el espacio en el que el hombre se asentaba para luego dar respuesta a sus necesidades, y así paisaje urbano y paisaje natural conviven en sintonía.

Parece que hemos olvidado esta forma de crear ciudad, crear elementos que cualifiquen el entorno y se asienten desde el respeto al sitio que es ocupado. La ciudad de hoy no está pensada para ser recorrida, mirada, vivida, … secuencia de piezas para ser habitadas en su espacio interior, donde no se cualifica el espacio exterior, el espacio público, el entorno, porque hemos obviado tener presentes las cualidades que éste nos aporta.

Bonito detalle de chimenea en Capilerilla, Granada./ Javier Callejas (Archivo GR)
Bonito detalle de chimenea en Capilerilla, Granada./ Javier Callejas (Archivo GR)

3 Comentarios

  1. «La ciudad de hoy no está pensada para ser recorrida, mirada, vivida, …» y sin embargo tenemos las claves para conseguirlo. Tu delicado texto desde luego que ayuda a entenderlas y anima a utilizarlas… Mira la responsabilidad que tenemos los urbanistas!

  2. Un gran post que nos hace reflexionar acerca del modo de hacer ciudad. Por esto debe ser que es uno de los post más destacados de granadablogs desde hace casi un mes. Enhorabuena Rocio.

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