“La Ciudad Comprometida”
Por José María Rueda Gómez. Secretario General PSOE Granada
Chema Rueda, también concejal del Ayuntamiento de Granada por el PSOE, nos ha remitido este artículo en el que el político granadino cita las conclusionesde de los foros de debate ‘La Ciudad Comprometida’ para publicarlo en el blog. Como ya sabrán todos nuestros lectores, esta bitácora está abierta a todos aquellas personas que quieran escribir en ella sobre temas relacionados con la arquitectura y el urbanismo, ya sea a través de comentarios, artículos, ‘posts’, etc.
El objetivo fundamental en la construcción de la ciudad del siglo XXI, desde una óptica socialista, tiene que estar fundamentado en una nueva cultura política que prime el criterio de responsabilidad a la hora de abordar su diseño.
Para conseguir este objetivo hay que tener en cuenta la dimensión urbana y espacial que van a generar aspectos tales como el refuerzo del empleo, la reforma económica y la cohesión social, siendo imprescindible abordar aspectos como la organización del trabajo, la igualdad de oportunidades, la integración social y el desarrollo sostenible, además de propiciar la revisión del concepto de vivienda, tanto desde el punto de vista de la sostenibilidad como desde la concepción social, ya que los modelos sociales no son los mismos que hace 20 años, tal y como establecen las conclusiones de los Foros de debate de “La ciudad comprometida”.
La sociedad ha cambiado y por lo tanto hay que adaptarse a las nuevas necesidades (nuevas agrupaciones, nuevas costumbres, nueva relación entre lo reproductivo y lo productivo…). Es por ello que la vivienda tendrá que estar en continuo diálogo con las infraestructuras y equipamientos que se insertan en la ciudad. Y éstos, insertados en un modelo urbano equilibrado, precisan para su uso óptimo por la ciudadanía, de una apuesta clara por una movilidad colectiva, que desplace al vehículo privado de los cascos históricos y zonas consolidadas de la ciudad y favorezca los desplazamientos fluidos de la población.
Los servicios juegan también un papel importante en el diseño equilibrado de la ciudad, ya que su correcta ubicación respecto a la vivienda, o viceversa, va a contribuir a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, así como a una integración social homogénea para todos.
Y en esta lógica, el barrio se alza como elemento unificador y soporte de todas las funciones descritas: hogar, comercio, ocio, actividades, etc. De ahí que un justo equilibrio entre todos los barrios de Granada sea un elemento clave en nuestro discurso, así como la citada apuesta por una nueva movilidad.
Nuestra ciudad ofrece un amplio abanico de realidades territoriales, necesitadas de acciones políticas decididas y audaces. Nuestro centro histórico, al que pertenecen los barrios del Albaycín, Sacromonte, Realejo, Barranco del Abogado, la Churra y el propio Centro, en el que se aprecia un deterioro físico y algún aspecto de degradación social.
Existen en él, problemas de infravivienda y de accesibilidad, así como pérdida progresiva de población y ausencia de servicios, lo que hace más difícil el mantenimiento de la población existente, en buena parte, dependiente de los servicios de dependencia y proximidad.
La recuperación de espacios públicos y la instalación de equipamientos emblemáticos, así como el estímulo a la rehabilitación de viviendas para alquiler, han de abordarse desde la necesaria coordinación entre los Planes de vivienda municipales y los planes urbanísticos (Plan general y planes especiales del Albaycín y Centro), única manera de no desaprovechar esfuerzos y de rentabilizar las fuertes inversiones que se puedan acometer, desde la coordinación administrativa. En Granada, pese a lo mal que se ha gestionado este extremo en el pasado, aún no es tarde.
Los barrios periféricos de la Chana y el Zaidín comprenden zonas de nueva expansión de la ciudad, junto a espacios degradados socialmente. Subsisten viejas reivindicaciones de regeneración urbana, así como la urgente necesidad de aprovechar la cercanía de los nuevos desarrollos urbanos, universitarios y científicos, auténtica oportunidad para la evolución de estos barrios, que sin perder su esencia, como por ejemplo, su pujanza comercial tradicional, deben proyectarse hacia el futuro como oportunidades de crecimiento humano y económico de la ciudad.
El distrito Norte, también caracterizado por las zonas de expansión, aún necesitadas de completar su red de equipamientos docentes, sanitarios, socio-culturales y deportivos, también necesita en sus partes más degradadas un impulso regenerador que acompase la acción social y educativa, con la inserción y la formación para el empleo, así como una decidida e irreversible regularización de su parque de viviendas, verdadera escuela de convivencia y habitabilidad para sus gentes.
El equilibrio y la justicia urbana entre todas las zonas de Granada se convierte así en un principio irrenunciable para planificar el futuro de nuestra ciudad, y es para el PSOE su verdadera guía de actuación.
Quiero agradecer a Cema Rueda estas reflexiones que, además, coinciden en toda su esencia con el discurso de La Ciudad Comprometida, en cuyos foros ha participado activamente. Y congratularme asimismo de que tales criterios pasen a formar parte de sus propuestas políticas.
Seria extraordinario enriquecer el debate con las aportaciones de otros grupos políticos así como del propio equipo de gobierno municipal de Granada (o de otras ciudades)
Me parece un post estupendo y enriquecedor. En pocas palabras, Chema sintetiza el estado de nuestra ciudad. Me gusta que quede tan claro el modelo al que aspira el socialismo en Granada.
Salud
Chema Rueda y sus insaciables ganas de hacerlo todo bien… aprendiendo y enseñando.
Respecto a la reflexión de Chema Rueda está bien pero personalmente creo que para lograr «un justo equilibrio entre todos los barrios de Granada» y que precisamente no sea sólo «un elemento clave en nuestro discurso…» hace falta echar mano a una labor muy compleja, desde una perspectiva integral que parta del conocimiento de las realidades y necesidades de los barrios más desfavorecidos y de su puesta en valor como prioridad. Para quienes llevamos tiempo trabajando en estos temas -en Granada por ejemplo en el Distrito Norte- nos desanima muchas veces ver cómo se han hecho y se siguen haciendo intervenciones en los barrios pero sin embargo el tiempo pasa y continúan igual, las mejoras no se ven…
¿por qué? ¿será que debemos de pensar en otro tipo de gestión? … Ver más
En mi humilde opinión creo que la clave está en el compromiso y la inclusión…, sin una acción participativa pocos serán los cambios y los logros; la gente de los barrios, los propios vecinos han de ser los protagonistas: antes, durante y después de todos los procesos; creo que a los técnicos, políticos y profesionales en gral. a veces se nos olvida esto que es tan fundamental: sin unos buenos cimientos, por más que construyamos resultará inútil!.
Ya que hago referencia a la Zona Norte y tomando de ejemplo la reflexión de Chema, no parece casual que en el texto el Distrito Norte quede para el final… así es como suele suceder, y otra casualidad es que en los TAGS es el único barrio de los mencionados que no aparece. En 2009 los vecinos de las barriadas andaluzas organizaron lo que llamaron el «1er Encuentro de Barrios Ignorados Andaluces», adjudicándose este nombre por considerarse que ya no eran zonas «excluidas», «marginadas» o «desfavorecidas» sino directamente «ignoradas».
Muchos ánimos para continuar con la Ciudad Comprometida, creo que es un sitio muy adecuado para actualizarnos, reflexionar, enriquecernos y debatir!!.
Estimada Fiorella, me parece muy interesante tu reflexión sobre la zona norte. Hace tiempo, se desarrolló un proyecto en Molino Nuevo, llevado a cabo por la asocición Naquerando y dirigido por José Donaire, en él, existía ese compromiso social del que hablas (rehabilitación e integración laboral). En cuanto a la difuminación o invisibilización de barrios respecto a la ciudad, mucha responsabilidad la tienen los gobiernos municipales, no lo olvidemos.
Un cordial saludo
Cuando se produce una fractura social en la ciudad es tremendamente dificil resolver una nueva inclusión… y desde luego que estamos poco acostumbrados a desarrollar técnicas de acción participativa que le otorguen el verdadero protagonismo a la población residente en estas áreas marginales… Pero claro, rehabilitación del parque residencial y de los espacios públicos, educación, formación y empleo, apoyo social, erradicación de la pobreza y de la marginalidad, seguridad pública, dotaciones, crecimiento en valores… son todas ellas caras de la misma moneda.
Eso creo, que todas las visiones que se puedan ofrecer de la realidad urbana no dejan de ser caras de la misma moneda. El urbanismo, la movilidad, la sociología urbana, la localización geográfica de personas y equipamientos, las oportunidades vitales, etc, todo conforma el objeto de estudio de la ciudad hoy. Y por supuesto, todas las aportaciones son bienvenidas.
Estimados amigos. Creo que hay que seguir avanzando en la aplicación de metodologías para lograr la implicación de la ciudadanía en la mejora de las condiciones de vida de la gente en los barrios, con especial hincapié, en el caso de Granada, en la zona norte y en el centro histórico. Pero, por experiencia, las metodologías no bastan por sí mismas. Hace falta que esas metodologías sean impulsadas y mantenidas por las instituciones. Las metodologías generan participación, análisis para realizar diagnósticos que tengan en cuenta el sentir ciudadano y las representaciones imaginarias de los vecinos y vecinas y, cómo no, responsabilidad. Sin embargo, como dice Chema en su artículo, sólo la intervención pública, la puesta en marcha de proyectos concretos puede lograr el reequilibrio territorial, la integración social, la cohesión social, etc. , es garantía de cambio. La estrategia es la transversalidad en la participación de las personas en el diseño y aplicación de políticas públicas, pero sin que las instituciones dejen de lado la toma de decisiones que les corresponde. Sin participación no hay cambio social, y sin un proyecto de intervención pública, tampoco. Que se definan los objetivos colectivamente, bien, pero que las metodologías propuestas busquen la participación activa de la gente, no sólo de los colectivos formales que construyen su discurso en torno a tal o cual metodología. Es la propia administración la que, en colaboración con los colectivos, debe poner en marcha proceso de transformación para llegar al mayor número de personas, incluidas las que tienen difícil participar en barrios como Almanjayar. Y aún así, con implicación y metodologías participativas, los resultados son, por decirlo suavemente, más que parciales. Perdón por la extensión.
Gracias Miguel por tu acertada reflexión.