«AMBIENTALIZAR LOS MEDIOS DE COMUNICACION»

«Noticias y Actualidad»

El periodismo científico es la especialización de la profesión periodística en los hechos relativos a la ciencia, tecnología, innovación, salud, medio ambiente, informática, arqueología, astronomía, exploración espacial y otras actividades de investigación. A menudo se confunde el periodismo científico con divulgación, pero el primero no tiene como objetivo divulgar ciencia, y buena parte de la divulgación de la ciencia no es periodismo científico (museos, documentales); la divulgación no responde a los imperativos del periodismo, ni está hecha por profesionales del periodismo en un sentido estricto.

De otro lado, el periodismo ambiental es la especialidad periodística que se ocupa de la actualidad y la información relacionada con el medio ambiente, la naturaleza y el desarrollo sostenible, en especial en todo lo que tienen que ver con el deterioro del medio natural (suelos, atmósfera, biodiversidad, etc.). Su objetivo es ofrecer información ambiental al ciudadano, estando así dirigida a una amplia audiencia: la de los medios de comunicación generalistas y no especializados, pero también de publicaciones divulgativas especializadas.

Para numerosos periodistas y comunicadores, el periodismo ambiental es una tarea profesional que está al margen de los movimientos ecologistas, pero que este intento de objetividad no está exenta de un cierto activismo, dado que los medios de comunicación son el único instrumento que puede educar a la escala necesaria y en el tiempo disponible, otros autores defienden sin embargo estos logros como un «beneficio colateral» y prefieren ser considerados periodistas como sus compañeros y no educadores (Larena 1996).

En los últimos años se ha dado una creciente preocupación por las cuestiones ambientales, y ha tenido lugar un incremento de la información sobre temas ambientales en casi todos los formatos del periodismo. A pesar de ello, y de acuerdo con la información incluida en el Ecobarómetro de Andalucía (EBA) 2011, el nivel de información ambiental de la población andaluza es bastante escaso según reconocen los propios encuestados. Sólo uno de cada cuatro se considera bastante o muy informado (25,5%) mientras que el grupo más numeroso declara estar poco o muy poco informado (41,6%) y un 32,4% califica de regular su nivel de información.

Ecobarometro 2011. Fuente: IESA CSIC
Ecobarometro 2011. Fuente: IESA CSIC

A medida que aumenta el nivel educativo de los encuestados es más frecuente reconocer un nivel de información mayor. Los encuestados que se consideran más preocupados por el medio ambiente también suelen declarar un nivel más alto de información ambiental, así como los que pertenecen a los tramos de edad de 30 a 44 años y de 45 a 59 años.

Por el contrario, los niveles más bajos de información ambiental corresponden a quienes se declaran poco preocupados por el medio ambiente, a los encuestados con un bajo nivel educativo, a las personas mayores de 60 años y a los residentes en poblaciones con menos de 5.000 habitantes.

De acuerdo con el EBA 2011, los medios de comunicación de masas son las fuentes preferentes de información y formación ambiental de que dispone el ciudadano medio.

Si bien existen críticas en cuanto a la calidad de la información que se ofrece en el periodismo ambiental, debido principalmente a que la información ambiental, como cualquier profesión especializada, exige disponer de una formación previa que generalmente no se facilita en los estudios universitarios de Periodismo, por lo que se haría imprescindible de la colaboración de científicos a la hora de ofrecer este tipo de noticias.

Otros argumentos que hacen constar que existe un déficit en la calidad de la información ambiental son (Francisco Javier Perales Palacios, 2012):

  • Los términos e interacciones que se barajan en los problemas ambientales más comunes son complejos de entender por los propios periodistas y, más aún, por la mayoría de los ciudadanos.
  • La complejidad de los problemas ambientales se constata tanto en sus causas como en sus efectos, por los que las lecturas simples de los mismos impiden una percepción ajustada a la realidad.
  • La información ambiental suele presentarse bajo el signo negativo o catastrofista, lo que puede provocar un efecto rebote en la población, que intenta huir de las emociones negativas. Otra versión alternativa es la sensiblera, cuya efectividad en términos de toma de conciencia está por demostrar.
  • Las noticias suelen presentarse como sucesos (catástrofes), ignorando sus causas y consecuencias, así como el contexto en el que suceden.
  • Las noticias ambientales suelen referirse a contexto lejanos y puntuales, obviando los más próximos y de discurrir lento (no depuración de aguas superficiales, destrucción del paisaje…).
  • Los problemas ambientales, por la propia complejidad ya manifestada, exigen un periodismo de investigación, algo hoy día inaccesible en la mayoría de los medios de comunicación. Las rutinas profesionales (como recurrir solo a las agencias de prensa) y problemas laborales (trabajos en precario) impiden la realización de una información seria, rigurosa y accesible para la mayoría de los lectores.
  • Los recortes económicos han amortizado hasta canales televisivos con especialmente sensibilidad hacia temas ambientales (el caso reciente de CanalSur2).

 Fuentes:

Ecobarómetro de Andalucía (EBA) 2011. Junta de Andalucía.

“Ambientalizar los medios de comunicación”. Francisco Javier Perales Palacios (26.12.2012)