Con frecuencia, la cultura en los pueblos queda limitada, arrinconada a algún acto de cuando en cuando que cumple con los trámites oportunos, y a ser posible en épocas festivas. A los actos culturales suelen acudir siempre los mismos, y lamentablemente esos mismos son pocos, contando con escasa participación de generaciones venideras. Se centran en torno al pueblo o a días señalados de tal o cual cosa, y sirven al concejal o alcalde para lucirse, dar un discurso en el que hablan de todo menos de lo que hasta allí los han llevado, recordando obras realizadas o herencias recibidas. En algunos casos ni aparecen, dejando en manos del responsable de turno o de algún maestro el protocolo, si es preciso dicho protocolo. Pero he aquí que en Pinos, ahí, donde Colón se dio la vuelta, y con ella dio el idioma español a cuatrocientos millones de criaturas a posteriori, transmitiendo una cultura que está ahí insertada en la más profunda esencia de los pueblos americanos, sí, en Pinos Puente, ese pueblo con realengo que sin embargo parece saltar a las noticias solo cuando oscuros sucesos ocurren, ahí existe un ambiente, un clima cultural como en pocos municipios de esta y otras provincias podemos encontrar. El Ayuntamiento está detrás, desde hace muchos años, de este clima, con las aportaciones pertinentes e interés demostrado. Pero nada de esto sería así si no fuese por una gran mujer que es el alma mater de esta intensa e inmensa actividad que año tras año se desarrolla. Pura Vaquero, hija del maestro por excelencia de este pueblo, Don Benigno Vaquero, amigo de los más brillantes escritores y pensadores españoles del pasado siglo (sí, desde Pinos Puente), heredó de su padre el amor por la cultura que solo algunos tienen. Amor desinteresado y generoso que permite que en su pueblo sea raro el mes que no hay actos, con un esfuerzo ímprobo y evidente, con una capacidad de atraer que es imposible decir que no a quien con tal frescura y gracejo es capaz de acercarse. La Purita, un mundo de libros y habilidades, de frases y chascarrillos, de presencialidad en los actos más increíbles que puedan tener lugar, alma inquieta y noble que a todos llega, de una u otra forma. Y así, con su esfuerzo, ha sido capaz de mantener en alto el Certamen Literario de Poesía y Relato Corto Castillejo-Benigno Vaquero, que entregó el pasado sábado los premios de su XLI edición, que reconoció la trayectoria del dramaturgo José Moreno Arenas, que galardonó a María Mena en relato y a Feliciano Ramos en poesía, y a un montón de niños y jóvenes de distintos colegios de la provincia que participaron con sus historias y sus poemas. Sembrando, que es lo que siempre hizo Purita, en los corazones, y también en la cultura de Pinos Puente, aunque ella está mucho más allá de este pueblo de la Vega en el que la historia y la cultura también se funden cada jornada.