«La Ciudad Comprometida» (10)
Por María del Mar Franco Sabiote. Historiadora del Arte
EL ESPACIO PÚBLICO es el lugar desde donde se construye la ciudad. Debemos considerar esencial la necesaria perspectiva de la ciudadanía para desarrollar ciudades, dentro del concepto metropolitano, donde el eje central sea EL CIUDADANO.
Cualquier ciudad que mire al futuro buscando la calidad de vida de sus vecinos debe tener en el núcleo de su concepción, en su enfoque y desarrollo, una mirada determinante a cual es el nivel de participación de sus convecinos en los espacios públicos. Una acera, un parque, una vía o una plaza, no son lugares de relleno en un municipio, son la esencia de la vida ciudadana y claros indicadores del uso que de ellos hacen los ciudadanos. Hoy en día la perspectiva del desarrollo urbano se realiza preferentemente mirando a la movilidad mecanizada, salir y entrar de nuestro barrio, aparcar, cargar y descargar; cuando lo realmente esencial es hacer prioritario el disfrutar de donde vivimos, de nuestra puerta, poder llegar andando, pasear o convivir. Esto último es el necesario espacio de participación ciudadana que debemos recuperar.
Al abordar el tema del espacio público podemos establecer diferentes ópticas en su tratamiento, desde una evolución histórica hasta una perspectiva de género en su análisis. Sin retrotraernos en el tiempo ni ceñirnos a un análisis parcial del tema, lo que realmente me interesa -y espero que a todos los usuarios del espacio público que son, por ende, todos los ciudadanos-, es el uso y proyección actual del espacio público.
Muchos autores han teorizado sobre el espacio público desde diferentes ópticas y todos llegan a una conclusión parecida: “el espacio público está desapareciendo…” podríamos añadir: en su acepción física, ya que como espacio de participación ha aparecido la red, donde las ágoras virtuales suplen en cierta manera a las reales en la participación social… Pero aunque la participación social tiene un nuevo auge en Internet, lo cierto es que esos mismos espacios de relación históricos han desaparecido o se están transformando. Y ese es precisamente el problema, el interés que suscita el uso del espacio público en los ciudadanos, como usuarios del mismo. Existe un escaso o nulo interés en defender nuestros espacios y ambientes, y en las últimas décadas la proyección urbanística se supedita a las necesidades de los coches más que a la de los viandantes y habitantes de las ciudades y pueblos.
Defiende Francesco Tonucci en La Ciudad de los Niños, que si fuéramos capaces de proyectar en las ciudades un urbanismo acorde a las necesidades de los niños, éstas serían mucho más habitables para todos, y va aún más lejos diciendo que en el diseño de las ciudades no se tienen en cuenta las necesidades de la mayoría de la población: ésta es: mujeres, niños, ancianos, a favor de la minoría que es la de los conductores…
Para ilustrar este pensamiento podemos poner diversos ejemplos en el municipio de Granada sobre cómo la proyección urbanística prima las necesidades de los conductores por encima del resto de la población, lo que provoca que el medio ambiente sea uno de los más contaminados de España… Como ejemplo más flagrante podríamos citar el levantamiento del carril bici, o los parques proyectados junto a las autovías y sin árboles que hagan sombra para poder soportar el verano de la ciudad, o el soterramiento del metro por el Camino de Ronda, priorizando nuevamente a los conductores privados por encima de viandantes y habitantes del barrio, o el eterno aplazamiento del la línea de Metro Ligero del centro urbano… En definitiva, los parques están al lado de las autovías, el ruido es molesto, el ambiente está contaminado por encima de lo que recomiendan las autoridades europeas, a cambio de todo ello la historia nos ha dejado barrios patrimonio de la humanidad, donde pasear casi siempre es un placer, pero que nos encargamos de destrozar poco a poco a pesar de su teórica protección.
Sin lugar a dudas nos encontramos,más a menudo de lo deseable, con ciudades que no responden a las necesidades de sus usuarios, y que como bien dice M. del Mar están diseñadas y se preocupan unicamente por el automivil. Sin embargo debemos apoyar iniciativas de peatonalización y de fomento del espacio público que poco a poco van ganando adeptos entre los responsables de la administración.
Enhorabuena por abrir un debate tan interesante.
Efectivamente, la ciudad de Granada es cada vez más invivible. Pienso que el granadino o la granadina, debe de empezar a preguntarse qué ciudad quiere, qué espacio desea y en qué ambiente urbano espera vivir. El diseño de la ciudad debe de ser participado y por tanto favorecer los cauces para la opinión.
Esa especie de apatía critica delos ciudadanos, o dicho de otro modo, la insuficiente cultura urbana de todos en general (incluidos políticos y técnicos, claro) justifican la existencia de LCC… Y en concreto, la baja calidad de diseño del espacio publico y las cuestiones de la movilidad van a ser algunas de las cuestiones en las que vamos a profundizar en los próximos días… Pero ya te aviso MMar que creo que la política de movilidad de Granada tiene algunas luces y muchísimas sombras… Has abierto además otro tema fundamental… Las barreras urbanísticas…
Gran tema para el debate, el de las barreras arquitectónicas, cuestión que hace nuestra ciudades impracticables para un gran número de ciudadanos. Creo que todo esto viene derivado de épocas de desarrollismo urbano, en las que no existía la preocupación por el diseño urbano, y mucho menos el diseño urbano para personas de movilidad reducida.
Este debate que se ha generado es de los más interesantes que me podía imaginar. Espero que no se quede en este simple artículo e interesantes opiniones vertidas. Este tema puede aportar mucho a la ciudad comprometida con la sociedad comprometida…
Desde la «Asociación Sí, Podemos» queremos transmitir el deseo que el debate que se está generando en este blog tan interesante no se quede simplemente en este post y en estos comentarios. Esperamos que esto sea la punta de lanza del debate sobre las barreras arquitectónicas, urbanísticas y de movilidad.
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En seguida he captado el interés que supone este tema y por supuesto que concentra muchas de las cuestionesas relevantes, porque estamos acercandonos al concepto de la «ciudad amable»… Claro que no nos quedaremos en un simple comentario, aunque en esta etapa actual yo quisiera ir abriendo el abanico de temas/visiones de LCC… Pero entre tanto os propongo que aportéis algunas reflexiones para que las vayamos compartiendo… Prometo darle a esta temática toda la relevancia que merece.
Me acerco a estos ciberespacios a raiz de la aparicion de la contraportada sobre Juan Carlos en la revista Paso a Paso. Dado mi caracter practico, minimalista, o poco literario, querría dejar un par de ideas para arquitectos a la hora de proyectar parques publicos:
– Los niños necesitan mas espacios donde jugar a la pelota sin peligro de que se escape y dañe jardines o sea atropellada, solucion: pequeños muretes y vallas metalicas.
– Desde que vivia en Guadix y disfrutaba de mi monopatin he pensado que junto a la cuesta de la catedral se podria construir un estupendo parque para patines, monopatines y bicicletas, con rampas de todo tipo.
Me alegra ver que se hable de estas cosas.
Siempre es necesario tener más espacios libres, donde poder ejercer nuestro derecho a movernos desde más pequeños
Más parques infantiles, más ejercicio y menos asfalto.
gracias Carlos, así es… el derecho ajugar cerca de casa, en espacios seguros, coincidiendo con otos niños… parece algo esencial a partir de lo cual pensar mejores ciudades en las que vivir. Gracias por acerdarte a La Ciudad Comprometida