EL RIBEIRO, UN PAISAJE VITIVINÍCOLA EN EL NOROESTE PENINSULAR

«El Territorio Comprometido»

Los alineamientos del viñedo.
Los alineamientos del viñedo.

La vitivinícola comarca gallega de Ribeiro forma parte de la Depresión de Orense, en la confluencia de los valles generados por los ríos Miño, Avia, Amota y Barbantiño. Aquí el templado y lluvioso clima atlántico modifica parte de sus regímenes térmico y pluviométrico y se hace más mediterráneo, al contar con al menos tres meses al año en los que las precipitaciones se reducen drásticamente y la insolación anual se aproxima a las 2000 horas; factores que, junto a la templanza térmica (14,5ºC de media anual), favorecen el cultivo de la vid, a su vez propiciado por unos suelos profundos (entre 70 y 100 cm), con importante presencia de piedras y gravas que mejoran su textura y facilitan la insolación de los racimos. En este marco físico, Ribeiro integra, junto al viñedo, densos bosques caducifolios en las culminaciones de serrezuelas y entre abruptas formaciones rocosas, sobre todo graníticas, y singularidades tales como los “socalcos”, que son balates de piedra, con más de mil años de antigüedad, que forman terrazas sobre las laderas, con el fin de ganar superficie de terreno agrícola y de contrarrestar la inclinación de vertientes pronunciadas, y que se destinan mayoritariamente a plantas leñosas como la viña.

El viñedo, elemento más significativo del paisaje de Ribeiro.
El viñedo, elemento más significativo del paisaje de Ribeiro.

En efecto, Ribeiro tiene una larga tradición vitivinícola estrechamente ligada a la exportación a través de los puertos del Atlántico. De hecho, en la actualidad la vitivinicultura sigue siendo la principal ocupación de sus gentes y la más importante fuente de ingresos. Un cultivo este, el de la vid, que fue introducido por los romanos y que, desde los tiempos medievales hasta el siglo XVIII, fue famoso por sus “tostados” o vinos dulces (“Ribadavia”), elaborados aquí mucho antes que en Canarias y Andalucía con uvas secadas al sol; caldos que han sido tradicionalmente consumidos por los peregrinos camino de Santiago de Compostela e, incluso, exportados a Inglaterra durante los siglos XVII y XVIII.

El viñedo, elemento más significativo del paisaje de Ribeiro, cubre más del 20% de la superficie cultivada en cada uno de los municipios que integran la comarca y, en muchos espacios, puede suponer hasta el 50%, aunque no por ello deja de constatarse una merma relativa de la superficie a él dedicada. La emigración, que conlleva el abandono del cultivo, la sustitución de la vid por otras plantas menos exigentes de cuidados y más rentables, y las necesidades de mejora o nuevo trazado de infraestructuras han hecho desaparecer importantes superficies  de viñedo. Aún así, el vino Ribeiro ha resurgido con fuerza, apostando por las variedades autóctonas que le dieron nombre, sobre la base de recuperar antiguas plantaciones y crear nuevas, así como mejorar la calidad en su proceso bodeguero.

Los viñedos, en su mayoría están localizados cerca de ríos entre cuyas explotaciones se diseminan viviendas de construcción vernácula.
Los viñedos, en su mayoría están localizados cerca de ríos entre cuyas explotaciones se diseminan viviendas de construcción vernácula.

Cabe decir, pues, que en el paisaje de Ribeiro se manifiesta la integración de técnicas tradicionales y modernas. Los elementos principales y que otorgan carácter paisajístico son, en efecto, los viñedos, en su mayoría localizados cerca de ríos, entre cuyas explotaciones se diseminan viviendas de construcción vernácula. Por tanto, en la escena prevalecen, por un lado, los alineamientos del viñedo y del curso fluvial, y por otro, los colores verdes u ocres, según la estación meteorológica, de la vegetación natural y de los cultivos, en tanto que el color blanco de las viviendas y el azul del agua de los ríos rompe la monotonía cromática a la par que configura un paisaje agradable y armonioso.

Entre las múltiples propuestas que ofrece el turismo rural, que constituye actualmente un factor económico importante en la comarca,  cobran gran protagonismo la visita a las bodegas, el paseo entre viñedos, el alojamiento en una villa centenaria en medio de los cultivos e, incluso, el tratamiento de vinoterapia en alguno de los abundantes balnearios de la zona. En consecuencia, elementos y aromas de claras reminiscencias del paisaje que caracteriza El Ribeiro.  

Un ejemplo de paisaje del Ribeiro.
Un ejemplo de paisaje del Ribeiro.

Por Miguel Ángel Sánchez del Árbol. Geógrafo y Urbanista. Colaborador de GRarquitectos & Gosia Janusz. Paisajista de GRarquitectos

3 Comentarios

  1. Gracias una vez mas por vuestro buen articulo que nos da a conocer una buena experiencia donde el mimo del paisaje rural abre numerosas vías de desarrollo local y de identidad local que configuran una base solida base para su desarrollo…
    Estoy deseando ver los magnificos ejemplos del Sur… De nuestra tierra…

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