«El Territorio Comprometido»
Hoy toca hablar de cosas graves…
Hace apenas unos días, cuando ya casi concluía mi último viaje por tierras americanas, recibí el siguiente comentario en La Ciudad Comprometida, de parte mi amigo Pedro Cáceres, un señor ya jubilado, y miembro de la comunidad campesina que lleva años trabajando por la recuperación del Área de Conservación de Chaparrí, refugio singular de la flora y fauna andina (Chongoyape. Lambayeque, Perú):
“Por favor amigo Juan Carlos, ayúdanos a difundir lo que está pasando ahora en nuestra comunidad y nuestra reserva… una mafia de traficantes de tierras nos la ha robado y esta tratado de destruir todo lo que hicimos por la conservación… ya que nuestra autoridades están indiferentes, por no decir compradas por esta red de corrupción” y me adjuntó diversos enlaces de noticias francamente alarmantes, ya que una red mafiosa perfectamente organizada está deforestando y loteando parte de la reserva ecológica ante la apatía, si no complicidad, de las autoridades y de la sociedad en definitiva…
Y claro, mi respuesta fue inmediata: “Estimadísimo amigo Pedro Cáceres, leo con amargura tu mensaje de S.O.S. por Chaparrí… Leeré con avidez los enlaces y procuraremos desde La Ciudad Comprometida difundir esta afrenta… Abrazos solidarios!!”
Pero quizás, sea mejor que retrocedamos justo un año en el tiempo, a mayo de 2015, cuando acababa de conocer esta reserva ecológica y le escribí yo a él, emocionado, lo siguiente:
“Estimado Sr. Pedro Cáceres, querido amigo Pedro Cáceres, mi guía en Chaparrí: No sé si me recordarás, soy el arquitecto andaluz Juan Carlos García de los Reyes a quien guiaste en su visita a Chaparrí a finales del mes de Abril. Tal y como te prometí, escribí un artículo emocionado sobre mi visita y sobre vuestra experiencia extraordinaria a fin de poder contribuir a la difusión de vuestra práctica ejemplar e ilusionante. Dicho artículo decidí denominarlo: HOY EN CHAPARRÍ (PERÚ) ME SENTÍ MUY ORGULLOSO DE SER ANDALUZ y cuyo enlace para descargarlo y leerlo o difundirlo es:
Tal y como narro en el texto y tal y como comentamos, ojalá la vida nos dé la oportunidad de profundizar y compartir otras experiencias que os puedan ser útiles… ojalá que la humilde experiencia que atesoro en algún momento os pueda ser útil. Y por favor traslada mis saludos y felicitaciones al resto de tu comunidad y recibid el más cálido aliento para animaros a que continuéis con la labor emprendida con el mismo afán que pude apreciar en ti, que sirva de acicate a otros territorios y comunidades a continuar por la senda que vosotros estáis recorriendo… Las generaciones futuras lo agradecerán.”
Pero volvamos a la situación actual. Dado que apenas me quedaban unos días de estancia en Lima, rápidamente contacté con diversos especialistas ambientales de Perú (mis agradecimientos especiales a Nidia y a Sara), y con ellos llegué a la conclusión de que lo que procedía no era tanto escribir un artículo más de denuncia, sino ir directamente al corazón de la cuestión: Visitar a las más altas instancias del Ministerio del Ambiente, para protestar por la apatía institucional, e implicarlas activamente en la defensa de Chaparrí, porque el funcionamiento del estado no puede estar basado en la actitud heroica y abnegada de un grupo de campesinos, sobre todo cuando estamos hablando de uno de los símbolos de conservación ecológica de Perú.
Y creo que pude abrir una pequeña brecha… Por lo que pude escribirle lo siguiente:
“Querido amigo Pedro Cáceres. Hoy he informado a dos altos funcionarios del MINAM respecto de la labor heroica y ejemplar que estáis llevando a cabo en defensa del patrimonio natural y patrimonial que Perú atesora en Chaparrí, y que hoy está claramente amenazado por los traficantes de tierras. Os daremos instrucciones para hacer llegar formalmente vuestro S.O.S. al MINAM y difundiremos este drama, como un compromiso de La Ciudad Comprometida con vuestra causa y con gente como vosotros. Un fuerte abrazo!!!”
Posteriormente, he podido coordinarme con los comuneros y con algunas de las organizaciones que los están apoyando en esta causa trágica y noble (entre las que se encuentran por ejemplo la ONG CIPDES y la Fundación Ayuda en Acción, y de quienes quiero agradecer su apoyo sobre todo a Javier Ruiz) para presentar ante el MINAM un documento formal indicando tal situación, solicitando apoyo y la implicación activa del estado peruano.
Para los que queráis hacer un mejor seguimiento de los avances en esta lucha desigual de los campesinos de Chongoyape por recuperar su comunidad y su reserva ecológica, os recomiendo visitar el siguiente enlace:
https://www.facebook.com/Salvemoschaparri?fref=ts
Precisamente Javier Ruiz me acaba de escribir lo siguiente: “después de tanto tiempo de estar cuesta abajo, sentimos estas últimos días que comenzamos a equilibrar el tablero, pero aún es pronto… Por lo que todo ayuda, toda presión, toda voz que se levante va a ser muy importante.”
Por eso, ahora sí, ya tocaba difundir esta lucha imprescindible desde las páginas de La Ciudad Comprometida.