Arquitectura y refugiados, una responsabilidad moral

«La Sociedad Comprometida»

ARQUITECTURA PARA AFRONTAR LA REALIDAD

Cuando pensamos en campos de refugiados, raramente nuestra mente asocia la problemática social y humana que allí se gesta, con la arquitectura.  Cada año tras una catástrofe o conflicto, se desplazan millones de personas  en busca de un futuro, dejando atrás un pasado de escombros. En la actualidad el número de refugiados alcanza un número sin precedentes, basta recordar las cifras de artículos anteriormente publicados en la Ciudad Comprometida, «Un urbanismo humanitario y comprometido«, para darnos cuenta del aumento progresivo  de la presión a la que están expuestos los países anfitriones.

1
Vista aérea del campo de refugiados de Zaatari, año 2011. Fuente: ABC NEWS Australia

Ante tal problemática, los países afectados siguen las trazas marcadas por los protocolos y manuales de las Naciones Unidas, siendo un principio de acercamiento para una gestión adecuada de los problemas de planificación de un campamento. La tierra es negociada, y hablando meramente en términos de diseño, se opta por una base de cuadrícula con una alta densidad reduciéndose así la cantidad de espacio a proteger y simplificando las redes de distribución de recursos. Un método que se trata con bastante meticulosidad, pero que no afronta de una manera eficiente el mayor problema de todos: la temporalidad.

4
Vista aérea del campo de refugiados de Zaatari, año 2014. Fuente: ABC NEWS Australia

El promedio de vida de un refugiado en un campamento,  se estima entre los 7 y 17 años, demasiado tiempo para un asentamiento, teóricamente, con carácter efímero y temporal , demasiado tiempo, también, para una ciudad planificada sin un origen natural, en la que sus habitantes  son colocados  como  meras piezas de rompecabezas. Todo esto se viene a sumar a la realidad de sus habitantes, con un pasado destruido y con un futuro incierto, en la que las enfermedades, delitos y violencia aumenta con cada día que transcurre.

Siempre defendemos la responsabilidad e influencia que tiene la arquitectura y el urbanismo en la vida de las personas, por tanto si hay alguien cualificado y con la obligación moral  de proporcionar una solución sostenible, somos sin duda los arquitectos.

No sólo se necesita una habitabilidad básica, agua potable o evacuación de residuos, sino que necesitamos una vista a largo plazo con la que proponer soluciones a gran escala. Tal vez dotándo de una identidad nacida de la creación de espacios, estaríamos más cerca , de  esa definición de arquitectura ,tan acertada, como expresión de cada pueblo y sociedad.

Una manera de atacar la problemática de raíz, sería la de considerar la movilidad en las propuestas. Conseguir que la permanencia de los campamentos no fuera indefinida, propiciando el desplazamiento de los mismos dentro de un área ,con más o menos cierta facilidad. Serviría también para aliviar las tensiones políticas y  liberar de carga a los ejércitos encargados de la acogida.

En términos más materiales, sería realmente fácil y útil, introducir el concepto de contenedor, tan de moda hoy en día en la arquitectura. Los propios contenedores o camiones que suministran de recursos a los campamentos, podrían ser reutilizados, formando parte de la propia estructura final o bien como núcleos habitables para acomodar a las familias, sistema que podría ser replicado y desarrollado a la hora de considerar la movilidad anteriormente propuesta.

No debemos olvidar, aún siendo cara en términos económicos, la opción de utilizar la tecnología más vanguardista para generar soluciones innovadoras. Las impresoras 3D de última generación se están volviendo muy populares, su implementación en el desarrollo de la arquitectura cada día alcanza nuevas cotas, por tanto no sería descabellado utilizar esta tecnología, imprimiendo habitaciones completas allá donde fuera necesario.

1323
PINCHA EN LA IMAGEN PARA AMPLIAR LA INFORMACIÓN. Fuente: Lynsey Addario para New York Times

 Los arquitectos nunca nos alejamos de los complejos problemas de diseño a los que nos enfrentamos cuando tenemos que ampliar límites y proponer soluciones nuevas, por tanto la aqruitectura puede y debe enfrentarse a este problema de los refugiados y proponer ‘ciudades’, o mejor dicho ciudades comprometidas.