La Junta de Andalucía ha mandado como delegada del gobierno andaluz a Bruselas a la directora gerente del Milenio, Francisca Pleguezuelos. Después de reposar convenientemente el nombramiento, aún no acabo de encontrar la conexión entre el Antiguo Reino de Granada y la capital europea. Porque si la dinastía nazarí se relaciona con la historia y el arte, la dinastía bruselí suena más a artes marciales.
Coincido con los que dicen que Pleguezuelos es una persona de gran valía para este puesto. De hecho, ha valido ya para casi todos los puestos imaginables en política.
Pero alguien que durante año y medio nos ha pedido que aplaudamos sus gestiones y creamos en una conmemoración en la que ni ella confiaba, no puede pedirnos ahora que le felicitemos cuando deja plantado el invento a un mes de que empiece.
Paca Pleguezuelos podía haber quedado como la persona que se comió el marrón, como alguien que hizo lo imposible por dignificar una celebración que ninguna administración apoya, como una dirigente que se comprometió por su provincia para lograr que, al menos una vez cada mil años, viviera algunos minutos de fama.
Sin embargo, ha preferido garantizarse tres años de sillón y sueldo en Bruselas.
Falta por conocer quién construyó el puente de plata. Si fue ella con sus propias manos o si alguien desde la Junta le sacó el billete para volar de paso el invento de Manolo Chaves.
Si en la clase política quedara más vergüenza que intereses, nadie aceptaría hacerse cargo ahora de una conmemoración manoseada que acabará en pitorreo.
Ya puede el PSOE ir preparando otro vídeo para pedir perdón en 2014 por haberse tomardo a chufla mil años de la historia de Granada.
en twitter @quicochirino
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