Dice Luis Salvador que estamos ante una partida de cartas y que ahora el PSOE va de mano. Sucede que en esta partida alguien anda de farol pero no se sabe quién y todos piensan que se trata del contrario.
Un sector del PP sospecha que el líder de Ciudadanos acabará absteniéndose en el pleno del sábado y José Torres Hurtado revalidará la alcaldía. Otro grupo -minoritario- opina que alguien pedirá a Pepe que ceda cuando no haya más remedio que creer que Luis Salvador iba en serio. Por eso, mientras el partido respalda aparentemente a Torres Hurtado en público, la dirección del partido se reúne con Luis Salvador por si acaso al alcalde en funciones le diera el jueves por entonar retirada.
Y con todo esto sobre el tapete, Paco Cuenca siente que le reparte las cartas el tahúr del Mississippi.
Los únicos planteamientos incoherentes son los que no se llevan hasta el final. Por ahora, Luis Salvador está siguiendo una estrategia, aunque otros se empeñen en ver una maniobra orquestada. La exigencia de Ciudadanos de la dimisión del alcalde en funciones puede justificarse con argumentos pero no por ello deja de ser desproporcionada. Tanto como la reclamación de Juanma Moreno de que no sea Susana Díaz quien opte a la presidencia de la Junta. Pero nadie le puede negar a Luis Salvador que está jugando con las cartas marcadas.
No es descabellado en los nuevos tiempos de la política que un partido gobierne Granada en minoría; ya sea con ocho concejales o con once. Lo que se requiere es cintura para estar en la alcaldía y responsabilidad para ejercer la oposición.
Y, ¿qué va a pasar? Pues que quien vaya de farol lo aguantará hasta el viernes. Y hasta ese día se intensificarán los mensajes. A la espera de que alguien rompa la baraja.
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