El delantero malagueño Carlos Reina Aranda es otro de los jugadores que mejor recuerdo dejó en el Granada 74 SAD durante la temporada 2007/08, a pesar de que las lesiones le impidieron rendir a pleno potencial (sólo pudo jugar quince partidos, de los que diez fueron en condición de titular) y de que se vio salpicado por un escándalo que parece que ya está solucionado. Esa buena estela no sólo se debe a que el jugador no denunciara al club ante AFE, que ya de por sí es muy importante y supone un gesto inusual dentro del balompié nacional. Sino, porque desde el comienzo de la temporada ha estado en permanente contacto con varios miembros del club rojillo para interesarse por el estado económico de la entidad…, pero también por el deportivo, sin que sus gestos denotasen más interés que el puramente sincero.

Del actual jugador del CD Numancia se ha escrito mucho sobre su calidad y carácter, algo que él mismo entiende que le perjudicó en sus inicios, como ya declaró a IDEAL. Pero muy poco se ha hablado de su gran corazón, de su bondad y de esa forma de ser tan campechana que le aleja de los estereotipos del jugador tipo de la Liga de Fútbol Profesional. Y esos ‘pequeños’ matices son por los que muchas veces también son recordados los futbolistas. Y por los que se merece un éxito en su vuelta entre los grandes. ¡Vamos CD Numancia!

De postre, un fenomenal reportaje de mi compañero Dani Olivares sobre lo azaroso de la vida del jugador.

TRAYECTORIA

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