La celebración de la jornada vigésimo tercera en el campeonato en el grupo D de la Liga EBA constató que era poca propicia para novedades. Venció el Fundación Granada en el Andrés Estrada de Huelva, y por paliza, aunque también lo hicieron sus rivales por arriba -Coín y Morón- y por abajo – Enrique Soler y Bball Córdoba–. Por tanto, la clasificación no experimentó ninguna variación de relieve y a falta de tres jornadas para la finalización de la Liga regular sigue muy abierta la lucha por las plazas que dan derecho a disputar la fase de ascenso a la LEB Plata.
Ahora bien, a la espera de conocer cómo se dilucidará tan ardua batalla, es reconfortante comprobar que el Fundación acudirá a ella con sus mejores hombres entonados. Por ejemplo, el ‘americano de Villena’ Jesús Fernández, que fue el MVP del último partido con 39 de valoración. 27 puntos, 16 rebotes (doce defensivos) y dos asistencias en los 27 minutos de que dispuso no solo le dieron para frenar a las torres rivales –Juan Ignacio Romero y Volodymyr Orlov– sino también para volver a demostrar que a solo meses de cumplir 40 años está de sobra capacitado para liderar a los de Pablo Pin en tareas de más envergadura que la de mantener la tercera posición que ostenta ahora.
Fernández tiene ya muchos tiros dados y muchas guerras ganadas. Desde que debutase con Pamesa en ACB en la Liga 1993/94, hizo escala en otras buenas plazas de basket como Orense, Fuenlabrada o Menorca para acabar superando los 300 partidos entre los grandes. Y además, fue campeón de Copa del Rey en 1998 con el propio Pamesa o también integrante de aquella selección española B que se hizo con el oro de los Juegos del Mediterráneo de Túnez en 2001. Pero ojo, la ilusión la conserva intacta. De modo que es más que probable que en el crepúsculo de su trayectoria pueda hacer disfrutar de alguna nueva alegría. Que así sea.