Street Style: Diademas-turbante, la tendencia más abrigada y chic para adornar la melena. ¡No te la destapes!

Y sí…era inevitable, al final, como siempre, todas acabamos sucumbiendo a las tendencias, por muy raras o estrafalarias que a veces nos parezcan. En moda hay una regla de oro, NUNCA, repito

¡NUNCA! digas “esto no me lo pondré, esto no lo usaré” porque basta que lo digamos para acabar llevando la prenda o complemento en cuestión en todas sus versiones. Yo soy de esas, muchas veces me apunto tarde a los dictados de la moda porque pienso “a esa chica le queda genial, pero qué va, yo eso no me lo pongo” o me pregunto ¿eso me quedará bien a mí?

Eso me pasó con las diademas-turbante, la verdad es que no me terminaba de ver con ellas. Pero chicas, ¡todo es animarse! Llevan entre nosotras varias temporadas, son de lo más trendy y ahora puedo decir que se han convertido en el complemento estrella de muchos de mis outfits.

Estamos en marzo, y aunque -afortunadamente- ya han empezado a asomar los primeros rayos del sol primaveral, en la mayor parte de España todavía es tiempo de ir tapaditas. Y qué mejor que aprovechar las bajas temperaturas como excusa para adornar nuestra melena con este complemento que, creedme, queda de lo más it y una vez que empiezas a llevarlo se convierte en un imprescindible.

Las hay para todos los gustos. De mil colores, formas y materiales. De algodón, seda o lana para los días más fríos. Lisas o con estampados coloridos. Acabadas con un lazo o con bordados de mostacillas y lentejuelas. Y lo mejor de todo, a muy buen precio. Las podemos encontrar en tiendas como Primark o H&M y hacernos con varios modelos de distintos colores y diseños para coronar cualquiera de nuestros looks diarios y hacerlos especiales.

A mí, ¡me encantan! y además son atemporales, ya que su diversidad de tejidos, colores y modelos las hacen un complemento de lo más versátil que podemos lucir en cualquier estación del año. Así que, si ya no tienes una, ¿a qué esperas? ‘corónate’ con una de ellas y ya verás como acabas sencillamente adorándolas. Y bueno, si ves que es algo que no te va…de gorros va la cosa, don’t worry! siempre quedarán los típicos -y no menos chic- gorritos de punto que tan bien sientan.