Hola a todos! Un parón largo, ¿no? La verdad es que cuando una se va adentrando en la veintena los veranos se hacen cortos y atareados, en definitiva, no he tenido tiempo de nada. Pero ya entrado octubre vuelvo a la carga con las pilas bien puestas, espero que vosotros también. El tema del post de hoy es algo que llevaba queriendo escribir desde el comienzo de esta aventura bloguera, hablar sobre esos míticos vestidos -o trajes en su defecto- que lucen las grandes en las pelis y que no solo no dejan indiferente sino que en ocasiones marcan y llegas a hacerlos tuyos. Así que bueno, tras casi tres meses, hoy me dispongo a contarles cuáles son mis vestidos de película favoritos y porqué, ahí les va -aunque tengo más- mi ‘top 5’, espero que los disfrutéis tantos como yo lo estoy haciendo mientras lo escribo.

1. Diciembre azul

‘Esta vez, puedo ver, los recuerdos me envuelven…la canción que escuche una vez diciembre…’

¿Os suena? Si!! es de la película Anastasia, y cómo no el vestido del que hablo es el de terciopelo azul con el que la princesa asiste a la ópera en París en busca de su abuela. Lo pongo en el podio porque lo considero un traje mágico y lleno de elegancia -a pesar que curiosamente sea ficticio, solo un dibujo- en el ranking se lleva el primer puesto. Sueño aún con ese vestido, mandármelo a hacer, una asignatura pendiente.

 2. Cenicienta neoyorquina

‘-Vine a decirte que esto, tu y yo no puede seguir a partir de esta noche’ ‘-Pues no deberías haberte puesto este vestido’

Este romántico diálogo que traduje, -no se si a la perfección ya que lo recordaba en inglés- pone en contexto el segundo vestido de mi lista, el magnífico y vaporoso vestido drapeado salmón que luce mi adorada Jennifer Lopez en la peli ‘Maid in Manhattan’. Perfecto momento, perfecto lugar y perfecto la pieza que luce la actriz. Es un vestido sencillo pero a la vez muy favorecedor, sobre todo a personas con pieles bronceadas, de hecho, como dato curioso, tras el estreno de la película en 2003, fue -y sigue siendo- el modelo más pedido por las adolescentes americanas para su puesta de largo. He de confesar que yo también sucumbí a sus encantos y -aunque al final no lo hice- mi idea inicial era lucir un modelo similar para mi graduación.

3. Resignación lavanda

‘Puedo imaginarte ahí sentada, sola con tu vestido de color lavanda, el pelo recogido y sin probar la tarta…’

Se puede decir que fue en esta peli -y no en Pretty Woman ya que al ser peque primero me dejaron ver esta- en la que la que Julia Roberts me conquistó con su inigualable belleza. Un belleza resignada y enfundada en un grandioso traje lavanda viendo pasar a su amor en los brazos de otra. Sí, hablo de ‘La boda de mi mejor amigo’ y de aquel vestido que sufre en la peli más de un percance pero que acaba dándole categoría de triunfadora a la que en realidad esa noche perdía resignada, un clásico que deslumbró a toda una generación y que cada vez que veo la película me sigue encantando.

4. Despedida ámbar

‘Creo que al final has hecho tu trabajo. ¿Querías perder un chico en 10 días? Enhorabuena, lo has conseguido, acabas de perderlo.’ ‘No lo he perdido Ben, porque no puedes perder algo que nunca has tenido’

Lo escribo y se me saltan la lagrimilla, cuando la ves por primera vez lo primero que piensas es que maldito el plan de ambos, maldito él, maldita ella pero ¡Dios! ¡Bendito! Bendito el vestido amarillo que lleva. El vestido de satén ámbar que lleva Kate Kudson en Cómo perfer un chico en 10 días pasará ya a la historia como uno de los más bonitos de las comedias románticas. A ella le queda como un guante, la escena en la que él la recoge para la fiesta y ella voltea para que se vea el detalle de la escotada espalda es mítico, lo convierto en todo un objeto de deseo.

5. El corazón del mar

‘El corazón de una mujer es un oceáno de secretos’

Aunque penseis -y es lógico- que el quinto puesto lo tiene el impresionante vestido negro y rojo de encaje y pedrería que la eterna Rose luce en la escena en la conoce a Jack, lo cierto es que aunque considero a ese vestido toda una obra de arte, mi elegido de Titanic es otro y es en tonos -cómo no- azules. Se trata de un vestido de día que Kate Winslet luce cuando está dando un paseo por el barco y jack -apartándola de su madre y del grupo- le confiesa el amor que siente por ella y de la escena de ambos en la proa. Broderíe, encaje y terciopelo son los materiales con los que está confeccionado este traje -de varias piezas- que destaca por su exquisita finura. Todo un mito que ‘hace volar’.