COSPEDAL SE DESNUDA

Lo ha hecho, en el inicio de la primera parte de la contratante, cuando la mitad de los españoles pudientes se solazan en campo y playa en el ocio del verano. La secretaria general de los populares –que por cierto es una persona de competencia y de carácter– ha rebuscado una frase que despierta cierto interés a la sombra de la sombrillas que impiden ver el mar. Se ha descolgado con habilidad y destreza por la barra vertical del local, y ha dicho con fondo de piano cansino, humo artificial y luces de colores indirectas que: «Nunca un partido ha hecho un ‘striptease’ como el PP».
Los políticos deben tener buenos asesores de imagen y guardar en el cajón frases hipotéticamente afortunadas. Hay algunos consejeros tan impulsivos que, espontáneamente, lanzan sus ocurrencias y hunden la imagen de quien hace uso de ellas.
Dolores ha estado bien, con reparos, por lo de la censura y no faltará quien por su atrevimiento trate de tapar con hojas de parra la pecaminosa frase que puede herir puros y sensibles oídos pero que, sutilmente, acusa a quienes vienen nadando y guardando la ropa sin contable existencia.
Porque no me negarán ustedes que en otras organizaciones políticas, sindicales, bancarias y empresariales públicas no ha llegado el cartero, que siempre llama dos veces, a final de mes con el sobresueldo. Ésa ha sido y es práctica habitual; lo censurable y delictivo es que los viáticos, que reciben los elegidos perceptores, no se declaren al fisco y pasen en negro a sumar beneficios extras engordando la fuerte caja privada.
Está claro que Cospedal, en un primer momento, quedó noqueada, como el resto del aparato de Génova, cuando vieron la luz las caligrafías fotocopiadas. Tan atolondrada y perpleja se mostró ante los representantes de los medios de comunicación que dijo aquello de que al extesorero le habían dado, en tiempo y forma, el «finiquito en diferido». Cuestión que recogieron las televisiones en directo. Ella quería decir aplazado, pero le surgió lo de diferido que viene a ser igual pero no es lo mismo.
Salvadas las disquisiciones lingüísticas por la apresurada comparecencia es notorio que María Dolores quiere señalar la línea divisoria con trazo grueso y por eso dice lo del «striptease» para presentarse desnuda orgánicamente y dar ejemplo de que ella forma parte de la nueva generación que, ligera de equipaje, no teme al lobo.
Mientras tanto, en Soto del Real, en su estudio, ensaya Luis Bárcenas los temas del próximo recital basado en sus textos ológrafos. Localidades ya a la venta.