La ministra de Fomento ha visitado esta mañana las obras de la A-7 entre la Gorgoracha y Puntalón, seis kilómetros de asfalto que se espera que estén acabados en abril, un mes antes de las municipales.
Ya se sabe que una campaña electoral es ese momento en el que los políticos prometen cosas que algunas veces se cumplen en vísperas de las siguientes elecciones.
El caso es que para recibir a Ana Pastor han formado en fila india y de indios -por no discriminar-, al menos, una pléyade de 38 políticos, dirigentes y cargos de confianza identificables -con o sin gafas de sol-.
Siete alcaldes, cinco diputados y senadores, el portavoz de la Diputación, ocho concejales del Ayuntamiento de Motril… En definitiva, y a expensas de conocer quiénes aguardaban resguardados dentro de los coches, solo faltaban el pequeño Nicolás y la Pechotes. Va a resultar que la gallega era en realidad la ministra del Fomento de amistades.
En total, una media de un político por cada 150 metros del tramo de autovía al que se giraba visita. Un hito a la altura de la rotonda de los 14.
Quizás Ana Pastor haya experimentado al apearse del coche oficial una sensación similar a la del chavalín que no quiere entrar al patio del colegió por miedo a que le arreen un cosqui.
Pero, según dicen, fue alguien del gabinete de la ministra quien pidió que se organizaran en formación marcial para recibirle; aunque tal y como está la cosa no conviene demasiado sacar la mano de un bolsillo para saludar a un político, no vaya a ser que te birlen la cartera. Resulta menos peligroso, incluso, invitar a comer a un periodista.
Me cuentan que alguno ha disputado con notable esfuerzo los primeros puestos del besamanos con un torrente impetuoso. Pero de todos ellos, quien verdaderamente me llama la atención es ese político discreto que posa de espaldas, con las manos cruzadas, queriendo pasar desapercibido en la hilera de aduladores.
Puestos a elucubrar sobre su identidad me da que se trata de Juan Ramón Ferreira, este otro que aparece sonriente tras la secretaria general del PP andaluz, Loles López, en esta foto que se filtró por whatsapp y que tantas críticas ha suscitado.
No es que los ciudadanos no comprendan que sus políticos se relajen y agiten los brazos al compás de Asturias patria querida.
Lo que fastidia es ver que, si los que pierden se lo pasan así de bien, cómo no vivirán los que ganan.
Foto autovía: Javier Martín
Deja una respuesta