Me lo cuenta José Ángel, que es un lince para eso de no perder detalles. El actual técnico del Granada CF, Pedro Pablo Braojos, y su antecesor en el cargo, Óscar Cano, estaban tomando unas copas en el nuevo Pub Aliatar en las primeras horas de la madrugada del domingo.  Pero no juntos,  que tampoco debería extrañar a nadie, sino por separado. La escena, me siguen chivando, era de lo más curiosa, por más que ambos estaban tranquilos, serenos. El primero se recreaba con su mujer, y el segundo, vestido también con chaqueta pero sin corbata, con algunos de esos amigos a los que cataloga como «fieles e inseparables». Y me parece muy bien, qué puñetas, que no estaban haciendo nada malo y cada uno invierte su tiempo de ocio como mejor le parece…

Máxime si es después de una balsámica victoria ante el Betis B, que es la que consiguió horas antes el toledano para comenzar a redondear unos números bastante interesantes.  Y es que al haber contabilizado su décimo triunfo, el equipo rojiblanco es el quinto mejor de la segunda vuelta, en la que ha capturado diecisiete de los treinta puntos puestos en disputa.  De hecho, sólo el Jaén (24), el Cádiz (22), el Conquense (21) y el Écija (18) están superando al Granada CF en la segunda parte del torneo…

A Braojos y Cano, en el momento citado sólo separados por cinco metros, les unen estadísticas similares. Y ojalá que a final de Liga también la satisfacción de haber trabajado en un proyecto que haya servido para colar al Granada CF en la promoción de ascenso. Es muy difícil, pues el corte está a nueve puntos.  Pero… ¿quién sabe? En fútbol no hay nada escrito. Y de las copas que me iba a tomar yo para celebrarlo, tampoco.