Repruebo la violencia en todas las formas en que se pueda manifestar: verbal y física. Viene esto a cuento del incidente del pasado viernes entre el ex directivo del Granada CF Carlos Tomás Romero y el antiguo presidente Paco Sanz Durán. El primero dijo ayer en Onda Cero que, en su ya famosa conversación telefónica, aludió al ex dirigente con los términos «chulesco madrileño», lo que me parece muy mal e inapropiado. Y el segundo, al que yo hacía con más tablas, perdió todas sus razones con una agresión también injustificada. Un gesto inesperado que lo descalifica por sí solo. Porque dicen la lógica y el sabio refranero español que «dos no pelean si uno no quiere» y que «la mejor bofetada es la indiferencia». En la moviola, da la sensación de que el primero se hace merecedor de cartulina amarilla, y el segundo, de roja directa. Que decida el Comité de Competición: la Justicia. Y desdramaticemos, quitemos hierro al asunto, por el bien de la imagen del Granada CF.
El enlace a la noticia:
http://www.ideal.es/granada/20090418/deportes/granada-cf/directivo-denuncia-paco-sanz-20090418.html