La integración de los equipos melillenses y ceutíes en las competiciones futbolísticas regionales debe ser un proceso continuo y decidido. Pero nunca suponer un agravio comparativo, ni un menoscabo, para esos otros conjuntos andaluces que también pugnan por dejar de jugar en torneos locales. En la actualidad, se solucionan problemas creando otros. Y la prueba más clara la tenemos con lo que acontece en los dos grupos de Tercera, con la Federación Andaluza por testigo. Para acceder a esta categoría, los clubes de esta región han de pasar por el filtro de la Liga Andaluza, un evento en toda regla que solamente premia, de forma directa, a los cuatro campeones de otros tantos grupos bi provinciales. Auténticos históricos locales se suelen gastar un dineral, que a veces sólo les sirve para conservar la plaza. Más sencillo lo tienen los representantes norteafricanos. Compiten en sus respectivas Regionales (la de Melilla se denomina Primera Autonómica) y tras el trasiego de no más de 14 partidos (los grupos son muy reducidos) los campeones se juegan una plaza de Tercera en doble eliminatoria. Es decir, se les considera nativos para amoldarlos a los torneos andaluces, pero no para que cumplan con las mismas exigencias que el resto, pues de sus competiciones locales pasan a Tercera.
Viene esto a cuento, a raíz de la sanción que le ha caído al Arenas por no viajar a Melilla para jugar contra el Casino. Los tricolores, que siempre fueron ejemplares en los pagos, este año se ven sin un duro. Tienen pocos aficionados, ya se vio cuando jugaron en Segunda B. Y también les ha afectado la crisis, con la Liga en marcha, porque se le cayeron patrocinadores. Total, que se vieron en la diatriba de gastar un dinero que no tenían en tomar el barco o en empeñarlo en nóminas. Y optaron por lo segundo.
La consecuencia de todo ello es que le dieron el partido por perdido y le restaron tres puntos. Pero es que además, la FAF se desmarca con un dictamen que resultaría comprensible (y justo, atendiendo la aceptación de las circunstancias y lo estipulado en el reglamento) si no fuera por alguna que otra valoración hiriente, facilona. Insensible con la idiosincrasia de lo que es un club modesto y de sus limitaciones. Lean:
En primer lugar hay que señalar que dicho motivo (el económico) por si solo de ningún modo puede considerarse como una circunstancia eximente de su responsabilidad, ya que se trata de la celebración de un partido cuyo calendario oficial es conocido desde el principio de la temporada, y por tanto es obligación primordial del club tener previstas las dotaciones económicas suficientes para afrontar los gastos ordinarios inherentes a su participación en el campeonato, entre las que se encuentra obviamente la partida correspondiente a los desplazamientos a las localidades en que han de disputar los partidos como visitante, y cuya falta de previsión pone de relieve de forma patente una gestión negligente e irresponsable por parte del club, que le hace acreedor de la sanción prevista por dicho incumplimiento.
Pero es que, además, resulta que en el presente supuesto ni siquiera puede admitirse tal excusa de carácter económico esgrimida por el club, desde el momento que le fue remitida comunicación expresa de la FAF notificándole que haría frente a tales gastos de desplazamiento a la ciudad de Melilla; sin obtenerse respuesta alguna del club.
Total, que encima, 750 euros de multa. Sanción ejemplarizante para prevenir que se vuelva a repetir el problema. Y que con ello, nos volvamos a plantear el por qué de estas facilidades deportivas para los clubes del verdadero sur de España. Total, que de aquellos barros vienen estos lodos.
Bien, lo gracioso de todo esto es que el Comité de Competición de la FAF se permita el lujo de dar lecciones de gestión, cuando la que representa es una institución compuesta por funcionarios, trabajadores retribuidos, que anoche seguían sin haber actualizado ciertos contenidos de su página web (que yo sepa, los horarios de Primera Andaluza). Por poner un simple ejemplo de lo que sí es un buena muestra de funcionamiento, de previsión ante la celebración de la Feria de Abril (olé) y no atender el teléfono por la tarde, con los consiguientes inconvenientes para los medios de comunicación. (ACLARACIÓN PORTERIOR: Ya han actualizado contenidos, ya).
Pero es que me cuentan, no lo he podido confirmar, que la financiación a la que se refiere la FAF para que el Arenas hubiera ido a Melilla, es el dinero que entrega a todos los clubes, no un gesto solidario (que tampoco hubiera procedido). Y que los directivos del conjunto tricolor (tan ‘negligentes’ ellos), prefieren reservarlo para gastos derivados del inicio de competición o pagar sanciones.
¿Qué opinan ustedes?