Mes: enero 2016

José Luis Serrano: Padre, Hijo, Mortal

CARMEN LIZARRAGA Y JOSE LUIS SERRANO, NUEVOS PARLAMENTARIOS POR PODEMOS EN GRANADA FOTO: ALFREDO AGUILAR

Víctor me alertó que José Luis Serrano se encontraba en estado crítico. Esther me confirmó el dolor. Quico me encargó un perfil periodístico de José Luis Serrano, ya que su fallecimiento era cuestión de horas. Finalmente, falleció la madrugada de este viernes: «Buenos días, me escribió Susana a las siete de la mañana. Hace unas horas que inició el viaje a la Medina Elvira de sus sueños». 

Tienes entre manos el resultado. Estudiamos Periodismo porque pensábamos que podríamos conocer gente interesante, vital, mágica. Somos periodistas porque las hemos conocido: «Sólo les pido a mis nuevos dioses que protejan a mis hijos y que dejen a mis ojos leer hasta entrada la noche». Gracias, José Luis Serrano

Padre, Hijo, Mortal

Granadino hasta la médula, ni el cáncer que lo ha fulminado ha logrado hacer mella en su palabra, gesto o compromiso, que permanece intacto

Ha sido todo lo que es: Padre, Hijo, Mortal. Y ha estado de todo lo que ha querido, sabido y podido: Alumno, Escritor, Investigador, Lector, Catedrático y Parlamentario. Para los que deja sumidos en una tonelada de tristeza, también ha estado de maestro. Ser y estar. José Luis Serrano, fallecido en Granada por sorpresa de un cáncer fulminante, parece que dividía la vida y el cosmos con la diferencia entre el ser y el estar: «Algo que mis estudiantes de español en Alemania no alcanzaban a comprender». Lo resumía así, en nuestro primer encuentro, recién elegido diputado andaluz por Granada: «Se es padre, hijo y mortal. Para lo demás, se está».

¿Por qué era tan importante esta disquisición para José Luis Serrano? «Porque yo no soy político pero sí estoy en la política», respondía. Es lo que tenía meterse a entrevistar a un diputado que vivía de su cátedra, que acababa hablando de la atribución del significante que postula Ernesto Laclau, teórico político argentino frecuentemente llamado postmarxista, una de las fuentes teóricas de Podemos; y se terminaba pasando por Gramsci no sin antes recordar que «lo que no se nombra no existe», que definió Wittgenstein.

Y con todo este bagaje cultural, llegaba en el llamado ‘año del cambio’ a Sevilla como portavoz del grupo parlamentario de Podemos. Cuentan que ha protagonizado durante estos meses enfrentamientos dialécticos con la presidenta Susana Díaz, pero no es verdad. Porque el caso es que uno de los dos hablaba y el otro aprendía. Decidan ustedes quién es cuál.

En una ocasión, memorable, decidió suspender a los grupos parlamentarios del Partido Popular y Ciudadanos durante el debate sobre la proposición no de ley denominada ‘En defensa del Estado de Derecho y la cohesión de España’. Les acusó directamente de confundir los conceptos ‘Democracia’ y ‘Estado de Derecho’ y terminó explicando que la propuesta que pretendían aprobar en sede parlamentaria aplicaba «la teoría franquista del Estado de Derecho, un concepto sucedáneo que pretendía limitarlo al gobierno del orden… Pero estamos en el año 2015 y estamos defendiendo la Constitución de 1978 ¿y recurren al franquismo más antiguo?».

-«Suspenso», les dijo a todos ellos desde la tribuna.

Luego, continuó sus ocho minutos de intervención destripando, científicamente, los errores de esta proposición y la argumentación en tres puntos de la negativa de Podemos a aprobarla: «Por lo que dice y dice mal. Por lo que no dice y debería de decir. Y porque simplemente va contra los intereses de Andalucía»: Un lujo de orador.

Como la explosión de una bomba intelectual tras la cual queda poco que argumentar, José Luis Serrano terminó su intervención: «Lo que no vamos a consentir es ir a un federalismo asimétrico. Tenemos ya una Constitución con menciones especiales a los regímenes fiscales de País Vasco y Navarra, y ahora se va a hacer una mención especial a Cataluña. Y los demás, todos juntos. La Rioja, Murcia y Andalucía, con todos mis respetos. Pero esto no está en el patrimonio constitucional andaluz y es inadmisible. Sería un golpe de estado y frente al golpe de estado nos van a encontrar».

MARCA GRANADA

Granadino hasta la médula, ni el cáncer que lo ha fulminado ha logrado hacer mella en su palabra, gesto o compromiso, que permanece intacto. José Luis Serrano era Marca Granada, catedrático de Filosofía del Derecho de la Universidad de Granada, escritor, en su biografía en la red social Twitter se autodefine como «diputado por Granada al Parlamento de Andalucía. Escritor, profesor y a la inversa», donde todo su potencia intelectual se mostraba con esplendor. Esta biografía tuitera va acompañada de una foto, y en ella aparece junto a la Torre de la Vela de su querida Alhambra. Y ahí es donde la investigación, el estudio, la reflexión, la lectura, el debate, aparecía de la mano de Granada y su Andalucía.

Lisérgico en su discurso en campaña con frases literarias emotivas, apelativas, arengas directas a la conciencia: “Los siete cielos de la Alhambra no se toman por consenso, se toman dándole el poder a la ciudadanía”. No era más que el principio de una persona que a la hora de retratar es mejor hacerla con sus propias palabras: “Y lo vamos a hacer, pero que no se asusten, que esta vez no traemos la guillotina, que nos pondremos delante del que intente quemar una iglesia, sabemos mucha historia, y se van a hartar de votar”.

Sus intervenciones son la savia y sangre del discurso actual de Podemos en todo el país. Si se lee o escucha las intervenciones de José Luis Serrano, se entiende mejor su propósito: «Tenemos que explicarle bien a nuestros compañeros de buena fe que no se trata de ocupar la izquierda del tablero, para hacer el gran partido de la izquierda. Se trata de ganar. Esta vez no se trata de cambiar a un alcalde de derechas por uno de izquierdas”. Y continúa José Luis Serrano: Se trata de empoderar a la ciudadanía para que asalte los siete cielos y para que nuestros hijos no nazcan vasallos, sino libres e iguales. Aunque para eso tengamos que derrotar antes a un alcalde, y a los tribunos de su leal oposición”. “No es fácil. Pero nosotros sabemos leer la Alhambra… somos el pueblo de Granada. Y claro que podemos”.

LOS NUEVOS DIOSES

Sólo dividió la actividad vital en ser y estar, y también, los días. Para lo demás era más bien de sumar. Y quizá de despedirse, tras haber luchado «como un toro», recuerda, ayer, una de sus colaboradoras. Deja así escrito, hace apenas tres meses, unas letras que duelen, que vibran, que dejan un tenue aroma de esperanza, que te van a hacer llorar: «Hay días bonitos y hay días en los que no leo, es decir, terribles».

Suena todo a testamento: “Ahora miro el espejo y ya sé cual es el antepasado que acecha, el anciano que espera. Estoy cansado (…) Me rindo. Vislumbro con la edad los límites infranqueables, lo que ya nunca haré. Me sé perdido en nimiedades gramaticales y académicas, me sé ajeno a lo que de verdad ocurre. Pero me ha parecido oír el gran rumor de la epopeya andaluza y sólo quiero seguirlo”.

“Es por eso por lo que a mis nuevos dioses, cuyo nombre también ignoro, ya sólo les pido que protejan a mis hijos y que dejen a mis ojos leer hasta entrada la noche”.

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CRÉDITOS
La fotgrafía, de Alfredo Aguilar. Gracias

Jornadas Vascas en el Restaurante Arriaga:
Y de segundo plato, una partida de mus

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El ruidito que hace la sidra cuando choca contra la cara interior del vaso de cristal, amplio, grande, salpica la memoria y te hace cosquillas dentro de los mofletes. Sabes perfectamente a qué sabe. Y sabes perfectamente lo que significa. Es el comienzo de cualquier cenita en una sidrería de las que tenemos por Donostialdea, que es la comarca de Donosti, de San Sebasatián, nuestra querida tierra vasca.

Pero no es Donosti y no ves la Concha. Estás en las alturas del edificio emblemático del Museo de la Memoria de Andalucía. Es Granada y desde aquí arriba se ve Sierra Nevada. Es también el restaurante de Álvaro Arriaga, de Marianistas en Aldapeta, Txiki para los amigos, que me contó en el Buenpas este verano Eceiza, que es de su quinta.

Por delante, las X Jornadas Vascas de Granada y mi amiga Blanca.

Bebemos de trago el primer culín de sidra como está mandado y reflexiono. Creo que es la primera vez en toda mi vida que bebo sidra sentado. A lo nuestro. Álvaro Arriaga ha convertido su maravilloso restaurante en una sidrería, y pienso disfrutar a lo gonzo. Sin concesiones.

Al primer trago de sidra le sigue una Gilda, ya sabes, «There never was a woman like Gilda», la indescriptible Rita Hayworth, que como este pintxo, era asaz picante. Lo sirve con un palillo largo y fino que permite hincártela con más facilidad. Le sale amarga por la aceituna, brava por la guindilla y gasta anchoa de primera calidad. El resultado es tan exquisito que se admite un segundo traguillo de sidra de Astigarraga, antes un barrio de Donosti; ahora sepultado bajo los viales del nuevo ramal de la autopista que te lleva a Francia.

Pimiento

Sobre la mesa, además del verde preponderante de esta pareja de guindillas, hay unos trozos de fina txistorra de Aralar. También es celebérrima la de Arbizu. Aralar es una de nuestras sierras más queridas, donde cuenta la leyenda que se apareció el arcángel San Miguel. Hay una ermita y todo buen guipuzcoano ha subido al menos una vez hasta allí. Dice la subleyenda transformer que se fue para el Cielo con un par de bocatas de esta txistorra para quedar como dios.

Luego salen unos pimientos rellenos de txangurro. Exactamente, los dos que aparecen en la foto. Yo me comí el mío en tres bocados. La textura única del pimiento con la fina capa de salsa de tomate-de-verdad dan paso al txangurro, que está previamente cocinado a nuestro viejo estilo y explota en el paladar con un saborcico amargo de algún buen oloroso. La mezcla es sísmica. Se te pone tiesa.

Pelayo

Luego salen unos txipis. Unos Pelayos, por la piperrada de pimiento verde y cebolla. La combinación de este plato con el anterior es una bandera, un himno, un país, una nación, una victoria de colores, del rojo con el verde. No se puede elegir. O todo o nada y padentro. Cuando muerdes el txipi te salta el muelle de Donosti, de cuando con los txitxares ibas a pescar con caña unos pantxitos y veías cómo los descargaban y, al ver tus ojos como platos, te regalaban unos cuantos. Y tu ama te los hacía con unas almejas y mucho perejil. Y pimientos, y cebolleta picada. Y estos txipis del Arriaga saben a madre. Y te los comes con un buen pedazo de pan que amasan a mano en la cocina. Y hace crunch-crunch. Y se te salta un lagrimón.

Dejamos la sidra y pasamos a un buen tinto de Rioja. Lo que viene a continuación es entrar con pase VIP al santuario de una sidrería. No faltan unas láminas de bacalao, hay merluza que sirve para empujar un txuletón sabroso, jugoso y en su punto. En medio nos ha sacado una marmita de babarrunas con berza, chorizo y morcilla. Puede que sea lo mejor del menú. O no. O al revés. ¿Para qué elegir? Mi padre me contaba que salía del hospital y se iba a Arzak a comer estas babarunas (alubias negras) con berza. Con esto está todo dicho.

Hay postre completo, un gran milhojas cremoso y crujiente con helado de queso. Justo cuando el maitre -un tipo excelente-, me sirve el postre, no puedo dejar de preguntarle:
¿Y es que no hay nada de segundo?

Se queda estupefacto, pero pasa Álvaro Arriaga y suelta, grande, socarrón, orgulloso de sus Jornadas Vascas: «De segundo, partida de Mus».

Y todos nos reímos tan felices, que es la magia en la mesa

La sobremesa fue un café y unos patxarras.
La cuenta sumó 121 euros. Me parece barato.
Os dejo el menú completo, y el link para que hagas la reserva, aquí.

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Chistorrada de Aralar y gilda de la parte vieja
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Pimientos del piquillo asados en leña rellenos deTxangurro
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Cogollos de Tudela, bajo laminas de bacalao, vinagreta de
pil-pil y piparras
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Chipis a lo Pelayo cocinados como en Guetaria
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Alubias de Tolosa , morcilla chorizo, berza y morcilla
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Lomo merluza rebozada a la koxkera con almejas
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Chuleton de sidrería con patatas fritas.
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Mil hojas de Oñate con helado de queso idiazabal.
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Sidra y vino tinto
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Granada: El AVE socarrat, mi propuesta

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-Que venga
-Que venga ya
-Pero que venga 
-Y que venga ya
-Pero si se quiere que venga ya y viene ya tiene que venir por arriba
-¿Por dónde quieres que venga si no si se quiere que venga ya?
-Pues quiero que venga, que venga ya y que venga por abajo.
-Quieres que venga como el arroz valenciano, socarrat
-Querrás decir soterrado
-Socarrat y también soterrado. O como quieras. Pero que venga. Y que venga ya

Fin del diálogo que lamentablemente ni siquiera es de besugos.
El AVE llegará a Granada en superficie con todos los plazos incumplidos y si se quiere que llegue soterrado tardará siete u ocho más, según ha declarado el alcalde de la ciudad, José Torres Hurtado (leer la noticia en este vínculo).

Mientras tanto, el éxito de la cosecha política granadina, que incluye a todos, a los de la casta y los de la nueva política, a los de derechas, a los de más de derechas, a los de izquierdas y a los de más de izquierdas, va dejando que la vecina Murcia se relama de gustito.

AVE Murcia

La noticia es de este mismo mes de enero: «El Ministerio de Fomento, el Gobierno de la Región de Murcia y el Ayuntamiento de la localidad firmaron este jueves el acuerdo que les compromete a que el AVE llegue soterrado a la ciudad de Murcia. Para ello, se enterrarán las vías de forma simultánea en los tramos de los cruces de la Senda de Los Garres y Santiago el Mayor, informó el Gobierno de Murcia. Mientras duran las obras de soterramiento, está previsto construir una vía provisional, paralela a la actual, para que puedan seguir circulando los trenes mientras se desarrollan las obras. Los tres niveles de la administración -nacional, regional y local- se harán cargo del coste de estas labores».

Vamos, que en la vecina Murcia han tardado este mismo año 2016 cinco minutillos en ponerse de acuerdo las tres administraciones implicadas, comprometerse a financiarlo y además, han buscado una solución para que el tráfico de trenes no quede interrumpido durante las obras.

¿Una solución propia de Zeus, Odín o de Míster Marshall?
No.
Murcia, justo aquí junto a Almería.
Murcia, la de qué guapa eres.

Y, tras la lección murciana, el proyecto de Bilbao. Tomar nota: «El Gobierno vasco presenta un proeycto para soterrar el tren de alta velocidad y liberar 90.000 metros cuadrados en el corazón de la villa, con un coste inferior al de Fomento».

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5 razones para amar a Bryan Adams

Bryan Adams

1-Tienes 23 años recién cumplidos. Es domingo. Junio. En Euskal Herria, en junio, en la década de los ochenta, hubo sequía, empezaba entonces. Le llamábamos a la tierra que nos había visto crecer mojados Euskadi Tropikala. Ahí estaba sentado yo, en la plaza Malakate, en Maidagan, en Andra Mari de Getxo con uno de los mejores regalos que te puede dar la vida: un amigo como Paúl Zubillaga. Él estudiaba Náutica, es decir, para capitán de la Marina Mercante. Yo, en tercero de Periodismo. Estábamos sentados en un banco en Malakate, y en menos de una hora, en La Casilla, tocaba Bryan Adams.
-¿Vamos?, me dijo Paúl, que tocaba la guitarra en un grupo en Donosti con la cuadrilla, con Alex, Josetxo….
-Tengo examen de Audiovisuales mañana, con Díaz Mancisidor….
-Vale. Tampoco tengo pelas y me viene mal
-Ya, cambié de bando, porque era Bryan Adams, insistí.
-Deja. Deja. Es domingo, exámenes, junio, y como vayamos la liamos… ¿Te sabes el chiste del murciélago?
-No. (Paúl era así, un genio de la diplomacia).
-Ya habría más veranos. Del 69 0 del 88

2-Septiembre de 1986. Dos años antes. Tras 20 horas de bus estaba en un ferry cruzando de Calais a Dover. Iba a Londres. Ahí me enteraría, por ejemplo, que Barcelona iba a celebrar las Olimpiadas del 92 o que el Bing Bang en la Bolsa era ya una realidad (eso es, para el que se haya perdido, el primer hecho de la globalización, una Bolsa que no cierra nunca). Vivía en Holland Park, cerca del mítico bulevar de Sheperd’s Bush, donde vivían y bebían los mods de Quadrophenia. Era un hostel indio que me alquilaba una litera en un cuarto con Laurence, un carnicero australiano, Pete Healing, un buscavidas macarra de madre de Nueva Zelanda y padre de Liverpool, y Conard, un ingeniero irlandés. Pocas veces he sido tan feliz en mi vida como cuando, finalmente, esos tres tipos decidieron que yo era uno de los suyos. Nunca Londres fue un lugar tan maravilloso. Nuestra banda sonora era Bryan Adams y cantábamos sus canciones a voz en grito. Nos bautizamos como The Number Teen Room Boys. Y todavía tengo en mi librería el regalo que me hicieron de despedida.

3-Lejona. Ahora Leioa. Nuestra Universidad. Fiesta de fin de curso para recaudar fondos para el viaje de fin de curso de quinto de carrera. Dubrovnik era el destino. Mi amigo está completamente enamorado. Suena ‘Run to you’ y me dice que «haré todo lo que tenga que hacer para que me mire». Lo consiguió.

Mientras me contaba esto, sonaba en la fiesta ‘She is only Happy when she is dancing’, y mientras yo le respondía que la que a mí me gustaba estaba justo junto a nosotros, ella le dijo a su amiga sin saber que le podíamos oír: «Me duele el cuello de tanto…xxxxx  xxxxxxx».
La vida es así, queridos.

4-Granada. 1998. Estoy solo. Y también estoy vacío. Busco canciones. Buceo en una tienda de vinilos. Aparece el viejo Bryan de hace ya dos décadas. Suena ‘Sombeody’ (I need somebody to love) y empiezo a pegar botes. Pienso que le debo uno al canadiense. Una de las buenas.

5-Hoy. Granada. Desde la última vez me ha pasado de todo. Pero, sin embargo, sigo solo. Y también estoy vacío. Bryan Adams está tocando en el pabellón de la ciudad. Yo ando de guardia. Misteriosamente, el chat de Facebook echa chispas. No son más que personas que te llaman para no estar contigo o para no escucharte, algo que realmente no tiene para mí mucho sentido. Y de repente apareces tú, con tus canciones, con tu emoción, con tu ganas de hablar, de escuchar. Y entonces me doy cuenta de que ya no le debo nada al viejo Bryan. Te la debo a ti. Y gracias.

 

 

Hoy, elecciones: La Federación de Asociaciones de Vecinos pierde la provincia

López de Haro, presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos. Foto: Ramón L. Pérez

Este lunes día 25 de enero se celebran elecciones en la Federación Provincial de Asociaciones de Vecinos. La cita es por la tarde en la sede, en la Plaza de la Ilusión.

Al frente de ella, y el único que ha presentado candidatura, Francisco López de Haro, que lleva, se puede decir, toda la vida al frente. Y es de agradecer. A cambio, recibe pitos y flautas, críticas y parabienes, pero hay que reconocer que ahí sigue al frente.

Él mismo explica que en el censo solo quedan ya las asociaciones de vecinos de la capital. Mientras, los grupos municipales valoran cada uno desde su esquina la actualidad y el futuro de esta asociación.

Hay cierta sensación de fracaso. No de la Federación sino de la sociedad. Cuando más se necesitan instrumentos de intermediación con la ciudadanía, más viejunos parecen y más aislados se quedan. Supongo que es culpa de todos. de no haber renovado la sangre del movimiento vecinal, de haberse mirado el ombligo capitalino, de la ausencia de voz en la provincia, de la falta de presupuesto para encarar proyectos, de…

Mientras perece o sobrevive, una foto en la sede, que data de mediados de los años ochenta, muestra al entonces alcalde, el socialista Antonio Jara, sonriente, en el centro, con toda la junta directiva de la Federación Provincial de Asociaciones de Vecinos. Se les ve fuertes, orgullosos, contentos, activos.

Si te fijas, aparece Jesús Quero, que luego sería alcalde y ahora está al frente del PTS, y junto a él está López de Haro.

Mucho tiempo ha pasado, y desde todos los rincones, lo único que llegan son señales de alerta.

López de Haro, presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos. Foto: Ramón L. Pérez
López de Haro, presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos. Foto: R. L. Pérez