«Soy una paria del sistema universitario, y conmigo miles», sobre la generación más cara de la historia y también la más perdida

Seguimos. El testimonio de Blanca Espigares Rooney «Yo he costado 230.000 euros a los españoles«, sobre la generación más cara de la historia, continúa con esta segunda entrega en la que la autora compara su situación en el sistema universitario con el de los parias en el sistema de castas de la India. El título no deja lugar a dudas: «Soy una paria del sistema universitario, y conmigo miles«. 

 

Blanca Espigares Rooney comienza el relato de su testimonio con una comparación. Entiende que la situación de los investigadores-profesores como ella en el sistema universitario es como el de los parias en la India, con su correspondiente sistema de castas.

He rebuscado en el archivo del diario Ideal y he encontrado esta fotografía. Se trata de una ceremonia que se llama Made Snana, ceremonia religiosa hindú en la que los parias ruedan sobre los restos de un banquete celebrado por miembros de castas más altas en el templo de Subrahmanya, India. Actualmente se encuentra en revisión por la controversia que suscita y un diario del lugar recoge en su web que las autoridades del estado indio correspondiente estudian su modificación.

En cualquier caso, en un país gigante en hambre, la imagen es evocadora de lo peor de un sistema que humilla.

Es exactamente la construcción de la imagen que busca Blanca Espigares Rooney al diseccionar el sistema universitario y las consecuencias, a todas luces nefastas, que conllevan para decenas de universitarios.

La autora explica el actual sistema universitario y su situación y la de sus compañeros en cinco puntos. Son los siguientes:

1.- Si se quería acceder a la Universidad para hacer carrera académica, no bastaba con entrar de asociado. De hecho esta figura está abocada a ser mínima y sólo representativa en los centros ya que son profesionales sin vida académica y por tanto sin resultados de investigación ni nada para la Universidad. Así que había que intentar ser seleccionado en un programa de formación de profesorado, en alguno ligado a un proyecto de investigación o similares. ¿Por qué digo similares? Porque hay tantos tipos que es imposible conocerlos todos: FPI, FPDI, FPU, los que corresponden a I+D+I, Plan Propio, y muchos más. El trabajo en estos programas, a diferencia de lo que es el de un profesor asociado, consiste en lo siguiente:

-Exigen una dedicación total y exclusiva a los seleccionados
-Deben realizar un máster durante año y medio para obtener la maestría que les da ‘el carné’ para la investigación
-Tareas en el departamento (en algunos casos que no corresponden, principalmente debido al desconocimiento de estas figuras)
ayudando en la organización de eventos (congresos, seminarios, etc)
-Docencia de hasta 6 créditos, aunque muchos departamentos aprovechan y cargan de más créditos a este personal aliviando a otros profesores de carga docente, pero no siendo estos créditos de más contabilizados en el expediente porque más de seis no pueden aparecer por el acotamiento específico en los programas
-Tutorías que equivalen a las mismas horas de clase que se imparten
-Asistencia a congresos y seminarios pagándolo en muchos casos cada uno de su bolsillo
-Redacción de artículos para revistas de referencia (cada artículo lleva de media redactarse unos 3-4 meses y un año saber si será publicado, con lo que trabajas sin tener certeza de nada, viene a ser como apostar)
-Redacción de capítulos de libros o libros (ídem en cuanto al tiempo para cada capítulo)
-Estancias de investigación mínimo dos, de una duración total de unos 6 meses
investigación en el proyecto asignado
-Investigación y asistencia a reuniones del Grupo de Investigación al que se pertenezca
-Investigación y redacción para la tesis de cada uno

Este es un resumen del trabajo. La decisión de adscribirse a uno de estos programas es vocacional y tiene muchos tintes pasionales. He realizado una encuesta entre un centenar de nosotros, y todos hemos afirmado dedicar a la semana de 60 a 80 horas semanales. Todo esto por un sueldo de mileurista o poco más.

2.- Una vez realizados estos 4 años, hay que acreditarse. La acreditación por la ANECA es introducir durante un buen mes el CV y méritos en una base de datos con las pruebas de todo lo que se ha realizado. Un comité anónimo lo evalúa y al cabo de unos 3 ó 4 meses, se comunica si es apto o no apto. Es implacable y durísimo. No basta sólo con ser doctor, haber dado clase, etc. Se puntúa negativamente haber dado clase siempre en el mismo curso (para evitar apoltronamientos), se pide que no se sea demasiado especializado en algo para poder rellenar campos de todos los tipos (libros, artículos, patentes, proyectos, vida profesional…). Digamos que es la nueva pesadilla. Que yo veo bien para evitar la endogamia de la que tanto se ha acusado a las Universidades. Es realmente difícil acreditarse y lo peor de todo es que durante los cuatro años que estás trabajando en el programa, nadie te dice en qué consiste, porque somos conejillos de indias y los que deberían aconsejarte, no lo saben porque casi ninguno lo ha pasado.

3.- Una vez conseguida la acreditación, hay dos opciones:concursar para una plaza de Ayudante Doctor con muchos más candidatos, durante otros 4 años más. Pero, el Decreto Ley del 31 de diciembre de 2011 ha prohibido a las Universidades que saquen plazas de Ayudante Doctor, con lo que esa opción se ha cerrado para unas 60.000 personas se calcula, en toda España.

Conseguir una beca postdoctoral. Son escasas, treméndamente difíciles de conseguir y para la élite intelectual. Estas incluían una estancia de dos años en el extranjero en centros de referencia en investigación, muy exigentes en cuanto al trabajo a realizar allí. Dos años, ¿eh?. Casi nada. Pero desgraciadamente, el programa de postdoctorales ha quedado en suspenso tras un anuncio del Ministerio de Educación.

4.- Tras beca postdoctoral o plaza de Ayudante Doctor, ya se tiene la posibilidad de optar a una plaza de Contratado Doctor, tras haber obtenido la acreditación para tal puesto, y que exige estancias en el extranjero, sexenios de investigación, doctorandos, clases, artículos, congresos, seminarios, proyectos de investigación, etc… y que ya supone un contrato indefinido, pero por supuesto NO la condición de funcionario. Actualmente tras el Decreto Ley del 31 de Dcicmebre de 2011, las Universidades tienen congelado poder convocar este tipo de plazas.

5.- Sólo tras haber pasado estos cuatro pasos anteriores, contratos diferentes, consiguiendo plazas y acreditaciones, durante casi 12 años, se está por fin preparado para el siguiente paso: pedir la acreditación que permite acceder a poder presentarse a un concurso de un puesto de funcionariado universitario, la plaza de Titular de Universidad.

Su conclusión es la siguiente:
«Somos los parias del sistema universitario. Olvidados, abandonados sin opciones, sin representación y sin denominación. Por eso he optado por denominarnos parias, porque somos esa casta que a nadie le importa y que si desaparecemos como vamos a hacer en este próximo año, nadie se dará cuenta al principio, pero cuando las Universidades se colapsen por falta de este personal, ese grupo invisible que hacía tantas cosas, alguien dirá: ¿no había unos parias que hacían todo esto? ¿dónde están? Y ya habremos emigrado o comenzado a trabajar en algún burguer».

Si quieres leer el post completo:
«Soy una paria del sistema universitario, y conmigo miles»

 

 

«Yo he costado 230.000 euros a los españoles», sobre la generación más cara de la historia

Blanca Espigares Rooney

A mediados de los años ochenta entré en la Universidad en el País Vasco y en pleno proceso de desindustrialización quiero recordar que teníamos en Euskadi la tasa de desempleo juvenil más alta de la recién estrenada Unión Europea (estrenada para nosotros, claro).

Recuerdo aquel profesor de primero de carrera en Periodismo que, recorriendo con su mirada toda la clase que albergaba a más de un centenar de chavales con los 18 años recién cumplidos nos soltó a bocajarro: «Ninguno de vosotros trabajará nunca en un periódico».

Recuerdo a Felipe González, presidente del Gobierno, sembrando ilusión y esperanza acuñando una frase mítica: «Sois la generación mejor preparada de la historia de España».

Dos décadas después, y como está feo copiar frases independientemente de que sean o dejen de ser ciertas, nos encontramos ante los restos del naufragio y creo que encaramos  «la generación más cara de la historia». Pero cara no porque esté costando mucho dinero, sino porque la falta de previsión y la falta de tejido lo único que hace es que este dinero sea un desperdicio.

No estamos ahora dando razones al ministro Wert para que retire las ayudas. Cuidado con esta pirueta diabólica. Lo que se necesita es una estructura adecuada y continuada para que los recepetores de esta inversión puedan ejercerla y devolver así a la sociedad los intereses de su rica formación. Que no es precisamente lo mismo.

El relato de Blanca Espigares Rooney, una investigadora contratada en la Universidad de Granada de extenso currículo, resulta estremecedor: «Yo he costado 230.000euros a los españoles», dice con voz alta para desglosar todo lo que los españoles, a través de nuestros impuestos, ha costado su formación, «para luego tener que emigrar a otros países donde quieren gente formada como para nosotros».

Sus conclusiones, demoledoras:

«A muy poco de terminar la tesis, tras muchos esfuerzos, con un currículo destacado, se me acaba el contrato en marzo 2013. Y no tengo opciones. Y digo no tengo opciones porque el Decreto Ley del 31 de diciembre de 2011 limitó la convocatoria de plazas en las universidades públicas. Reforzaban plazas de profesores titulares y catedráticos, pero plazas para jóvenes, de gente preparada, que hemos pasado toda nuestra vida formándonos, se congelaban. Así que soy consciente de que en abril habrá un parado más porque no puedo acceder a ninguna plaza, ya que no salen».

«Y emigraré. Me iré a países donde solicitan personas tan preparadas como nosotros. España ha invertido 230.000 euros, pero su inversión se exilia en busca de un mundo donde sea apreciada».

En Twitter y Menéame así como en su propio blog personal en el que ha publicado su testimonio, se acumulan los comentarios. También han creado en Facebook un grupo de información, reivindicación y protesta.

Pero no seré yo quien ahora le dé la enhorabuena por hacer público su testimonio de denuncia ante una situación insostenible.

Lo que voy a hacer, Blanca, es darte las gracias.

MÁS INFORMACIÓN
Sobre los rescortes a los investigadores contratados en la UGR:
Investigadores contratados de la UGR se quedarán en diciembre con nóminas de “200 euros y menos”’

ACTUALIZACIÓN
Algunas críticas recibidas por la autora del post original le han llevado a escribir una actualización. Es la siguiente. 
[Actualización 18 Nov 2012, 12:52: Quisiera aclarar que he estado de autónoma 10 años, que nunca he dejado de formarme mientras trabajaba y que los trabajos que he realizado son referencia y de gran importancia en las áreas de mi especialización. En este post no relato mi CV porque no procede (para una idea leer ‘Sobre mí’), porque sólo quiero denunciar una situación general, que da igual de qué licenciatura seas, nos afecta a todos por igual. No lloro, ojo, denuncio un problema global]

Armilla: El tío de la vara, el que la da y el que la quita

Armilla pleno

Estoy completamente abochornado. Lo que ayer lunes al punto de la mañana se vivió en el salón de plenos del Ayuntamiento de Armilla no puede pasar despercibido para nadie que tenga al menos todavía un soplo de conciencia ciudadana, un cierto amor a la libertad conquistada, un tenue amor por la democracia.

Más allá de los dimes y diretes entre el gobierno y la oposición, que pronto pasarán a ser la oposición y el gobierno, a tenor de la nueva mayoría que nació ayer, ciertos comportamientos que ocurrieron deberían ser condenados ahora, e impedidos para siempre.

Bien es cierto que no se habla en este artículo de todos los vecinos de Armilla, sino de aquellos que, contaminados por tal sangre de siglas, saca lo peor que una persona alberga en su interior y lo hace público en un lugar sagrado para la democracia: el pleno municipal de su pueblo. La primera línea de defensa de la Democracia en una sociedad enferma de crisis, sí; pero también de valores.

Y critico también aquí a quien ayer lo permitió. A los gallos de corral malencarados que se dirigen al público para alentarlo o que, simplemente, en su dejación de funciones impiden, el alboroto que acaba, encendidos ya los ánimos, en una suerte de concurso de insultos soeces, gracias casposas y reproches vanos.

Queda lo de las mayorías, pactos, tripartitos y partidos independientes que no son mucho más que escisiones de medio pelo a la izquierda y a la derecha de la voluntad popular.

En el caso de Armilla todo cobra su protagonismo más atávico en el tío de la vara, en el tío que da la vara de mando municipal de Armilla o que luego la quita. En un concejal de IDEA que pactó en junio de 2011 para dar el gobierno municipal al Partido Popular de Antonio Ayllón y que ahora se lo quita para devolvérselo al PSOE, que llevaba hasta hace año y medio 28 años mandando en Armilla.

Es J. L Castillo, el tío que da la vara de mando y que también la quita. Pero lejos de ser el malo de esta película, es quizá el único que está en el justo medio de la razón y son todos los demás, los que permiten este festival del voto ajeno, los verdaderos responsables de secuestrar la voluntad de una Armilla de oro y rabia que, en la peor crisis de su historia, solo quiere ser gobernada por gente trabajadora y honrada como ellos mismos.

 MÁS INFORMACIÓN
-Crónica en Ideal.es con vídeos
-Un Storify con la tuitcrónica desde el salón de plenos de Armilla

 CRÉDITOS
-La fotografía es de Alfredo Aguilar y aparece el edil independiente J. L Castillo recibiendo improperios de un grupo de vecinos

Recortes. El alma del hombre

Toda la mañana lloviendo. He sacado dinero y he ido donde Pepe Villena a pagarle las plazas de garaje que le tengo alquiladas. Le he dicho a Pepe Villena, que está muy estropeadico con sus ochentaytantos años, que me tiene guardada una botella de champán para mí, que le he dicho que iré con mi hijo Andrés a recogerla, que gracias, que así le ve que ya está hecho un muchachillo, que muy bien pero que vayamos, que no me olvide, que le dará chocolates o golosinas, que Andrés le dará un abrazo de los suyos…

Digo que le he dicho a Pepe Villena que dejo mi plaza de garaje, una de las dos, que la cosa está regular y que tengo que recortar. Como todos. Que si el Plan B. Que si ‘modo panic on’. Que no se preocupe, que tengo la moto y que con ella me muevo bien por la ciudad. Me ha preguntado si vendo el coche. Le he dicho que no, que se queda en el polígono donde está el IDEAL, preparado para los viajes y mis andanzas. Me ha dicho que al menos nos quedamos con una de las dos plazas . Y que eso es importante. Le he dicho que sí. Que lo es, que vivir en el Realejo sin cochera es complicado.

Cuando me he ido me ha estrechado con fuerza su mano débil. Me ha dicho que me aprecia muchísimo. Le he dicho que lo sé, que es mutuo y que es de siempre.
Me he marchado completamente enternecido. Por el respeto, por el aprecio y también porque, quince años después, dejo una plaza de garaje y lo que significa: que las cosas están mal. Me he visto por el agujerito de la memoria a mí mismo en 1998, con unos treinta años, dicharachero y divertido, con enormes ganas de vivir… Y he sonreído, nostálgico, buscándolo. Buscándome por las esquinas de esta vieja judería. 

He llegado a casa y me he sentado a trabajar. A la hora ha sonado el móvil. Era Pepe Villena. Me ha dicho que lleve esta misma noche el coche a mi plaza del garaje, que me convida hasta enero. «Que no quiero que pases frío con la moto», me ha dicho. 

Recortes. El alma del hombre. Las personas. Hay una salida y está clara.

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Columna de Opinión en Cableados

Palabras malditas: Gorrillas y Peatonalización

El mapa elaborado en Google muestra el alto grado de actividad de la Policía Local en las calles del barrio de Doctores de Granada. De las 1.893 denuncias realizadas este año, 1416 han sido realizadas en este distrito.

El mapa con la geolocalización de las denuncias por barrios y distritos de la ciudad de Granada confirma el trabajo que la Policía Local realiza para denunciar la actividad de los gorrillas.


View Un millar de denuncias a los gorrillas de Granada in a larger map

El problema, como reconocen y asumen en la Asociación de Vecinos del barrio, en la Asociación de Comerciantes y la propia Concejalía responsable de la Policía Local que dirige la edil Telesfora Ruiz, es que las denuncias no impiden que los gorrillas sigan realizando su trabajo.

En estos barrios, al menos, la Ordenanza de la Convivencia es un fracaso porque los denunciados, ni pagan, ni se les puede embargar. Además, la actividad de un gorrilla es calificada como infracción leve, por lo que tampoco se les puede detener.

¿La solución?
La concejala de Tráfico mantiene reuniones de forma continua con los vecinos y sus representantes para implantar en estos barrios del centro de la ciudad la ORA, regulación del horario de aparcamiento y, además, peatonalizar algunas de sus calles.

El debate que proponemos
-¿Crees que la autoridad (Policía Local) Ayuntamiento, debería tener más herramientas para poder solucionar el problema de los gorrillas?
-¿Crees que el problema en estos barrios es tan grave como lo describen los vecinos?
-¿Podría hacer el Ayuntamiento un mejor trabajo?
-¿Podrá la peatonalización y la zona azul acabar con esta situación?

Mientras se llega al consenso y se aplica esta batería de medidos, el presidente de los vecinos de Doctores-San Lázaro-Plaza de Toros, lanzan sus críticas

MÁS INFORMACIÓN
-En Ideal.es
«Tenemos el grave problema de los gorrillas», (Pinchar aquí)
-La portada del diario impreso de hoy
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