Balas perdidas

Las avenidas son amplias, espaciosas y, por ejemplo, en Joaquina Eguaras, la gente hace deporte, se estira, pasea, va con sus perros, hace running, se sienta en los bancos, le pega a la hebra que decía Miguel Delibes, vive y respira.

Hay plazas y parques. Por ejemplo el 28-F, que rinde homenaje 24 horas al día siete días a la semana 365 días al año a Andalucía desde el corazón de la Zona Norte. Un espacio único donde muchos niños se hacen mayores jugando, que es como hay que hacerse mayores, en la calle y al aire libre. Muy libre.

Entrando en la barriada de La Paz hay una peluquería que siempre tiene la puerta abierta y cuando llegas a la plaza de la Iglesia hay comercios que suministran productos frescos y ves a las maris con sus carritos. Luego, puedes tomarte un café con una buena tostada con aceite mientras los vecinos del barrio se saludan, conversan entre ellos de mesa a mesa y, qué gusto da, echan un vistazo al Ideal del día.

Enfrente hay un puesto de fruta y verdura que es tan barato y tan colorido que contrasta con el panorama de ladrillo rojo visto que predomina en este rincón de, también, la ciudad de la Alhambra.

Cuando subes las amplias avenidas te encuentras con farmacias, garajes, colegios y guarderías. Con el centro cívico y el centro de salud. Las pistas deportivas siempre las veo llenas, a todas horas. Y hay muchos mayores fumando y viendo pasar la vida, que es como hay que ver la vida pasar cuando ya eres mayor, en la calle y bajo el sol de Granada, pintado de color azul cielo.

Me gusta especialmente que hay verde por todos lados, que hay grafitis maravillosos y que hay bullicio de barrio y vida.

Los barrios de la Zona Norte también tienen problemas. Como por ejemplo las Historias sin Luz que contamos cada dos por tres y que han convertido la situación en un problema de salud pública. Y los orígenes y las consecuencias.

También hay balas perdidas, como hemos visto esta mañana con el tiroteo mortal a la luz del día. Una razón poderosa y necesaria para luchar por toda una generación joven que ya protestó esta misma semana en una manifestación.

Una generación de niños que juegan donde hay que jugar, en la calle y al sol. Y unos jóvenes que quieren oportunidades para salir corriendo de estas balas perdidas, condena y sacrificio. Luto y lágrimas para gritar al sol y al viento, con todo el amor que llevas dentro #ILoveZonaNorte

 

 

Granada, La Ciudad del Casi

¡Ay mi Granada!, la ciudad de la Alhambra, vergel nazarí de vega y nieve, costa Tropical y Alpujarra profunda y fecunda. ¡Ay mi Granada! (Gracias Tico, por la frase. Tico de Medina, Escolástico Medina, Cronista de Granada y su provincia con domicilio en IDEAL en la edición del domingo, con ilustración ad hoc de Mr. Guadalupe) Granada, la Ciudad del Casi a día de hoy. 

Por ejemplo, la Ciudad del Casi Metro, que lleva tanto retraso que ya la gente como que mira para otro lado y no se cree nada, ha perdido la ilusión y nada espera. (Nueva fecha, marzo 2017)

¡Ay mi Granada! También la Ciudad del Casi AVE, que ha conseguido que Granada lleve desconectada por vía férrea nosécuántos días sin que a ningún responsable (seis ministros van ya, para un solo AVE que no llega) se le caiga la cara de vergüenza y el peso de la ley sobre el espinazo.

¡Ay mi Granada! La Ciudad de la Casi Estación del Tren de Moneo con vistas a la Alhambra, un mero sueño de un arquitecto de verano y de un alcalde de invierno

¡Ay mi Granada! La Ciudad del Casi equipo en Primera, que vamos los últimos en la Liga y esto lo escribo con el mayor de los dolores, y nadie da un duro por un equipo en estado de coma.

¡Ay mi Granada! La Ciudad del Casi Atrio de la Alhambra, que cuando ya estaba todo presupuestado, es decir, con dineros, y con el concurso internacional aprobado y concedido, y con todos los vistos buenos favorables, se ha quedado a las puertas de la nada más abismal.

¡Ay mi Granada! La Ciudad de la Casi Segunda Circunvalación, que como advierte Jesús Quero, desde el Campus de la Salud, «se tarda media hora de la playa al PTS, y otra media hora del PTS a la rotonda de Maracena». De momento, habrá que esperar hasta el año que viene.

¡Ay mi Granada! La Ciudad del Casi Aeropuerto de la Señorita Pepis, que le ha llegado uno desde Londres y ya se cree mayor. Un poner, Sevilla ha anunciado ayer mismo QUINCE nuevos vuelos, y no pienso hablar de Málaga.

Paro ya. Sin Metro, sin AVE, con el aeropuerto de la señorita Pepis, pero la Junta nos concede un casino . Granada, La Ciudad del Casi no

PD: El casino tendrá ruleta, pero también la ruleta puede ser rusa, y descerrajarse un tiro en el cráneo o, como es más común aquí, la ciudad en todo el pie.

Libre y Libertario, sobre José Luis García Rúa

Libre y Libertario.
Primero fue hijo y lloró sobre el cadáver de su padre abatido en la Guerra Civil. Luego fue el padre de Emilio y siguió llorando sobre su cadáver para terminar siendo el abuelo de Giselle, a quien le dedico estas líneas, desde el corazón, desde su lucha que la vida es lucha.

Hay más lágrimas en la vida de José Luis García Rúa. Las que lloró cuando su mujer se fue de la mano de la enfermedad. Y hay más. Muchas más. Pero todas esas lágrimas nunca fueron vacías, porque desde cuando era aquél niño que lloró sobre el cadáver de su padre, emprendió su carrera magistral, en la que compartió con quien quiso escucharle una lección de vida. La que vale ahora para recordarle. Para presentar un respeto inmenso ante un hombre culto, bueno, digno. Todos esos valores que parecen desaparecer un poco más ahora que él no está con sus largos gabanes y sus largas barbas blancas de papanoel con una mirada fija en el compromiso.

Repasado lo que han escrito de él encuentras momentos sobrecogedores: «Delante de su padre muerto se echó a llorar. Un viejo confederal que velaba el cuerpo de su compañero caído lo abrazó y le dijo: «No llores y cuando seas mayor tendrás ocasión de vengar a tu padre». Y Rúa se vengó, pero no con la violencia, sino con su vida de trabajo y compromiso» (Leer el artículo completo aquí).

Sobre la educación: «“Enseñábamos de todo, siempre con vistas a la vida cotidiana. Mediante el diálogo, no había distancia entre el alumno y el profesor, la enseñanza estaba encaminada a a producir otra mentalidad. Era hacer una casi antipedagogía. Dar a conocer textos científicos, literarios o políticos desde la crítica y desde la propuesta de la opción contraria” (Leer aquí el artículo completo).

JOSE LUIS GARCIA RUA.-6/9/06 FOTO: GONZALEZ MOLERO

Otra frase más, como la que me dijo en su día mi abuelo Antonio, maestro, republicano, perseguido y bueno: «Voy a estudiar y no me va a explotar ningún hijo de puta más». (Lee aquí otro artículo bien escrito sobre él).

Si hay un homenaje en una sola frase, la escribe Antonio Cambril. Sobresaliente son las palabras de, probablemente, el tipo que más me ha enseñado a escribir, y también, el que me explicó a Lorca, que se dice pronto: «El viernes murió José Luis García Rúa, uno de los seres más vivos que he conocido«.

Es difícil aportar algo más o mejor escrito, pero guardo una experiencia con él que puede interesar. Y fue hace ya tantos años, en el VIII Congreso Confederal de la CNT, en Granada, en el Palacio de Congresos. Hasta cierto punto, algo exótico.

Los domingos publicábamos en IDEAL una Revista con reportajes largos, era una delicia poder publicar en esta sección. La idea era contar cómo era ser libertario mediados los años noventa, cuando el bipartidismo estaba completamente asentado en el país. Era 1995.

Entré en la sala y estaba francamente abarrotada de personal. Recuerdo perfectamente que la mesa presidencial iba a empezar las sesiones. De repente, de entre las butacas de la sala, se puso en pie una figura magnética que, puño en alto, se puso a cantar a voz en grito el himno de la CNT.

Era José Luis García Rúa, y con su voz, se puso en pie el auditorio. Fue un chispazo eléctrico que lejos del protagonismo era un llamamiento a recordar a lo que se venía. ¿Y a qué se venía? Me lo contó. Y con esa lección magistral que tuve el honor de recibir cara a cara, me lancé a entrevistar a siete libertarios y a trazar su perfil. Sin él, no hubiera podido escribir este reportaje. Y con el paso del tiempo, 22 años han caído desde entonces, sigue siendo una de mis historias favoritas. Cómo siete personas imaginan el futuro lejos de la utopía.

Termino con una frase que me ha marcado desde entonces y que forma parte de los mantras que guían mi vida. Se la escuché a él por primera vez y me impresionó. Me sigue sobrecogiendo, y es vital por todo lo que conlleva implícito, en dosis perfecta de lucha y compromiso, pero también de humildad y sacrificio: «Seremos lo que decidamos».

Libre y Libertario. Los hay con suerte.

Gracias por tanto.

 

 

 

Zona Norte: «He visto la luz en sus ojos»

No has estado nunca en el centro cívico de Cartuja, detrás de la Guardia Civil, en la Zona Norte. Seguramente, tendrás una idea de lo que se cuece por ahí. Y, seguramente también, estés más que equivocado. Que de todo hay en botica cierto es, pero que los vecinos sufren un problema de salud pública, de merma de sus derechos y, sencillamente, de puto frío, también. Y, además, son humildes, trabajadores y honrados.

Déjame que te cuente lo que han hecho. Han vencido al miedo. O al menos, están en ello. El miedo lo tiene el débil frente al fuerte. Y el fuerte en estos barrios son las grandes compañías que no garantizan sus derechos, ni tan siquiera el servicio, que pagan religiosamente todos ellos, menos los otros fuertes, los cultivadores ilegales de marihuana, que se enganchan ilegalmente a la red eléctrica y según Endesa, son los únicos culpables del desaguisado de frío y hielo.

Déjame  contarte que estos débiles frente a los dos veces fuertes se han unido. Ha sido esta misma semana. Y ha sucedido en este centro cívico. La reunión estaba prevista en la sala donde mensualmente se celebran las juntas de distrito, pero fue tanta gente que tuvieron que habilitar el salón de actos anexo. La buena noticia es que faltaron sillas, que muchos tomaron la palabra, que un chavea les pasaba corriendo el micro para que se oyera alto y fuerte, y que quedaron en que van a seguir.

Se han unido. Ha nacido una nueva marea sin colores, que ya están todos ocupados, ha nacido un grupo de gente que va a luchar por un problema de salud pública y de derechos. Es una Marea de la Luz, y ellos la llevan ahora en sus ojos. Yo lo he visto. He visto la luz en sus ojos.

Las verdaderas palabras de 2016: Migración, Nolugar, Campamento, Memoria y Frontera

Cada fin de año encontramos listas, recuentos, anuarios y todo tipo de resúmenes de los doce meses anteriores. Uno que ha tenido especial eco por su novedad ha sido el que buscó la palabra nueva del año. En un alarde de debate, la cuestión se dirimió entre ‘postverdad’ y ‘caranchoa’.

En 2017, golpe de timón y vamos a empezar por las palabras que nunca se quedan viejas y que no por utilizadas dejan de ser importantes. De hecho, son más necesarias que nunca.

En un feroz reportaje titulado ‘Al rescate de vidas’ publicado este domingo en los suplementos V de Vocento, en todos los diarios regionales, entre ellos en IDEAL, con una audiencia doblemente millonaria, Antonio Trives, con la edición de Gumersindo Lafuente, de la Fundación por Causa (puedes hacer un donativo para que puedan seguir haciendo este tipo de Periodismo en este mismo link) retratan los sentimientos de un grupo de voluntarios españoles en Grecia, que ven la tragedia dentro de los propios ojos de los que huyen de los desastres de la guerra.

Cinco palabras cinco destacan en este texto necesario, con sus consiguientes frases, declaraciones, valoraciones, testimonios: Migración, Nolugar, Campamento, Memoria y Frontera. No las olvides nunca, porque también pueden marcar tu vida cualquier día.

1-Migración: «El país heleno (…) ese lugar en el que nos damos perfecta cuenta de que todos, en algún momento de nuestras vidas, podemos ser migrantes«.
2-Nolugares: «Es uno de los peores sitios que hay, genera frustración y odio (….) Algunos prefieren regresar a Turquía antes de que seguir encallados en esta situación»./p>
3-Campamentos: «La sensación de enquistamiento y ausencia de soluciones dignas y justas al problema son tan evidentes que pronostica que se acabe pareciendo al conflicto del Sáhara, ‘donde la gente pasa años y años en los campamentos’. Esta percepción de bloqueo se acentúa al ver cómo hacen más sofisticados algunos campamentos. ‘Esto es porque no piensan reubicarlos por países europeos a corto plazo’».
4-Memoria: «La gente huye de una guerra porque le van a matar. Lo peor es dar la espalda a un problema que cualquier día puede ser el tuyo, pensar que es una situación que nunca te va a llegar a ti, y no temer memoria de que esto ha pasado en España y puede volver a suceder». Este es el testimonio de Vicente, que, por cierto, se costea de su bolsillo la estancia en Grecia.
5-Fronteras: «La gente está varada en un presente eterno, sin futuro, sin saber qué va a ser de ellos».