«El Territorio Comprometido»
Por María Aragón. Ex-presidenta de Abuxarra
No se concibe la ordenación de un territorio separando el casco urbano del entorno natural, pero la simbiosis necesita la diferenciación de ambos. La separación, curiosamente se produce, cuando el primero engulle al segundo. Gran parte del entorno que rodea a los pueblos y ciudades son vegas, que tienen un doble valor. Por una parte el paisaje agrario y por otro el aprovechamiento económico que hace a la población más estable.

Órgiva tiene una vega magnífica. Como paisaje es muy singular por la densidad de su olivar, que le confiere una personalidad extraordinaria. Los que hemos crecido con esa imagen, la hemos interiorizado tanto, que forma parte de nuestra vida. Siempre he estado convencida, que para vivir es necesario ver el entorno como algo propio, vivirlo y sentirlo.
Económicamente, la vega de Órgiva, es un gran potencial. En estos momentos se está intentando revalorizar el olivar con la creación de una almazara, organizada como cooperativa de aceite ecológico. Son las hortalizas, en algunas zonas de la vega tempranas, para venta ó autoconsumo, aspecto este último nada despreciable, pues significa un buen ahorro para aquellas familias que tienen alguna parcela. En los últimos años este valor se ha incrementado con el turismo rural, cuyo reclamo es el paisaje de olivos centenarios.
No todo el mundo ve claro, que la vida de un municipio es su riqueza endógena. Consecuencia de ello son las barbaridades que se han producido: El arranque de olivos centenarios para venderlos a especuladores para viviendas de lujo, se ha permitido la construcción de invernaderos, pocos pero muy visibles, ya que la vega es pequeña y abierta y permite una visión fácil de todo lo que ella se ubica. Pero la guinda que puede estropear una gran parte de ella es la construcción de la variante nº 5. Desde el punto de vista paisajístico, ecológico y económico. Caerían un gran número de olivos centenarios, arruinaría la economía de muchas familias, las directamente afectadas que perderían sus minifundios, que es el tipo de propiedad que existe, pero el turismo rural en esa zona se lo puede cargar perfectamente. Si la vega se mantiene con estas riquezas la población se fija en el territorio y se consolidarán los servicios y el comercio, es todo un engranaje que para que funcione bien solo es necesario mantener nuestro entorno natural. Si por el contrario, lo vamos llenando de elementos disonantes su función será cada vez exigua, no cumplirá con su papel que es fundamental, especialmente en la zonas rurales.

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2 respuestas a «El paisaje de Órgiva»