Despojado de Álex Bergantiños y Felipe Sanchón, uno de los principales peligros que distingo en el Nàstic de Tarragona, de cara al partido del domingo, es el delantero holandés Berry Powell.

Llegó a la escuadra catalana procedente de De Graafschap y sus inicios no fueron buenos. La afición grana le recriminaba falta de calidad y no sin el apoyo de la estadística, porque sólo fue capaz de marcar en los primeros diecinueve partidos cuatro goles (dos de ellos en la jornada segunda).

Sin embargo, parece que ha crecido en la segunda vuelta del campeonato y así lo comentaba hoy en Ser Deportivos el compañero tarraconense. Desde enero ha marcado seis tantos más y algunos decisivos: como el que permitió a los suyos imponerse al Numancia o el que hace dos semanas le coló al Alcorcón. Está en su mejor momento y convendrá mantenerle vigilado… pese a que tampoco se trata de una gran figura por la que llegar a tener un temor excesivo. 

Porque Powell, que es representado por quien ya ha colocado en este Granada CF a algún otro futbolista, se encuentra varios puntos por debajo de Álex Geijo y Odion Ighalo, quienes estarán llamados a demostrar su superioridad técnica una vez despejada la duda de quien saltará al campo.

Y es que el hispano suizo y el nigeriano siguen copando la actualidad a tenor de los últimos ensayos de Fabri. A la espera de resolver la interrogante me quedo también con el argumento planteado hoy por Juanjo Medina en esRadio para justificar el posible cambio. Geijo rinde mejor en casa, Ighalo ha aprovechado su oportunidad, y por delante quedan dos partidos más en una misma semana, por lo que conviene tener bien cuidado a nuestro pichichi particular para más grandes batallas.