Un asesinato por esquizofrenia

Matt White

El pasado 13 de febrero de 2013 la Granada baloncestística se tomaba el café sobresaltada por las dramáticas noticias que llegaban desde Pensilvania. El ex pívot profesional Matt White, aquel de muñeca de madera y extraordinaria profesionalidad que conquistó el Pabellón José Antonio Murado tras su paso por el Oximesa (1988-1990), había sido asesinado a los 55 años de edad por su propia esposa. Por una vallisoletana que respondía al nombre de Reyes García Pellón y que al ser detenida justificó el crimen alegando que horas antes había sorprendido al estadounidense contemplando pornografía infantil en el ordenador.

 La noticia también sobrecogió a las orillas del Pisuerga, Tenerife, Granollers, Girona o Gijón, que es donde este center de 208 centímetros también desarrolló buena parte de su trayectoria.  Pero lo cierto es que la información dejó inquieta la insana curiosidad, pues tras la detención de la española poco más trascendió. O eso es lo que yo me creía. Porque tras reparar en el asunto, y bucear un poco por internet, encontré un documento del Norte de Castilla del pasado mes de diciembre en el que no solo se resolvían muchas de las incógnitas pendientes, sino que se confirmaban algunas de las teorías. Para el que no conociera los detalles, no se los voy a reventar, solo anticipar que la tal García Pellón no estaba bien. Sufría esquizofrenia. Y lo pueden constatar AQUÍ.

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