Con independencia de que se cree o no la Liga de Filiales, la Comisión del grupo cuarto de la Segunda B planea proponer a la Federación Española, con la anuencia de los otros grupos, una reestructuración del balompié nacional cuanto menos, curiosa. Se trata de crear una categoría intermedia entre la de plata y la de bronce que se llamaría Segunda B Nacional y estaría formada por un total de veinte equipos. El modelo, cuyos detalles pueden leer aquí, contempla además que la actual tercera conferencia del balompié patrio pase a estar formada por seis ramificaciones, en vez de cuatro, de 12 equipos, unidos entre sí por el criterio de proximidad geográfica. Y también someter a un profundo cambio a la Tercera. A mi juicio, este sistema no solventaría para nada el gran problema en el que se encuentran ciertos históricos como el Granada CF,  que han desencantado a buena parte de sus aficiones por lo lejos que se encuentran del profesionalismo. En mi modesta opinión, lo mejor sería ampliar a dos grupos la Segunda (con 36 equipos en total), trastocar ligeramente la B (mejor, con 64 equipos) y dejar tal y como está la Tercera. Pero claro, para eso habría que contar con la Liga de Fútbol Profesional y… no lo veo.