Vale, pues es verdad. Hay que fastidiarse pero es así. El sexo es más importante para nosotras que para ellos. Tan sólo les reconozco su rapidez, porque en cuanto un hombre conoce, bueno no, avista un ejemplar femenino, pasan a etiquetarlo en plan “sí, me acostaría con ella” o “no, no lo haría” (la Dra. Marie Groven, de Massachusetts, asegura que en uno de sus estudios encontró un ejemplar masculino capaz de decir no. Dicho ejemplar se encuentra actualmente expuesto en el Museo Nacional de Historia Natural de Nueva Zelanda).
También les admito su sentido práctico del asunto, es cierto que en una primera cita mientras nosotras tratamos de decidir de qué color son sus ojos, ellos están pensando si seremos de las que nos gusta arriba o abajo (en aras del rigor científico, la Dra. Groven asegura haber clasificado dos ejemplares que acertaron el color de ojos de su cita, con un margen de error del 50%. Dichos ejemplares fueron incluidos en un programa de protección del Patrimonio Nacional y se pueden visitar todos los jueves de 12 a 14 horas en el Museo Arqueológico de Madrid).
Pero lo que se dice importancia nosotras le damos mucha más. Me dí cuenta ayer mientras tomaba un capuchino con mi amigo Carlos Peredo y salió el tema del sexo.
– No mi amor, vosotras le dais mucha más importancia, – me mira significativamente mientras arquea las cejas y da un profundo sorbo a su café.
Veo la luz, yo creía que estábamos compartiendo un capuchino y resulta que justo a la altura del hombro me ha salido una inmensa etiqueta de Carlos con un “SI” en la que no había reparado hasta ahora.
Me miro el hombro y miro a Carlos sorprendida. Si nos acostásemos, mañana Carlos volvería a ser mi amigo. Yo, sin embargo, aunque se lo he negado categóricamente, daría por hecho que tiene que llamarme, esperaría cierto compromiso y en realidad, qué diablos, me encantaría que ese compromiso viniese en forma de diamantazo talla brillante, aunque me conformaría con unas flores. La cosa es así y no se puede negar. (Bueno vale, siempre según los trabajos de la Dra. Groven, en Ohio fue localizada una chica que no esperaba llamada al día siguiente. Dicho sujeto se encuentra actualmente pasándolo bomba con la mitad del equipo de la Dra. Groben).