Bruja
A ver si me gano el respeto del vecindario de una vez..

La pura verdad es que me resulta una fiesta de lo más antiestética. Eso de decorar la casa con lápidas y calaveras, pues la verdad, no me acaba de convencer. Ayer estuve en una tienda buscando algún adorno coqueto y sin darme cuenta me estaba interesando por el precio de una telaraña gigante  que por desgracia no formaba parte del atrezzo sino un descuido de la limpiadora. Buena negociante la dueña, sí señor, me la vendía por cinco euros si estaba muy interesada  y me regalaba un murciélago tuerto al que le faltaba una pata. No quise hacer más indagaciones pero para mí que también era material original. Deben de haber aprovechado esta fiesta para hacer limpieza de almacén y encima sacar unos euretes.

Luego está el asunto de los disfraces, yo quiero ver qué pinta tendría de princesa o de hada o algo así pero no siento la menor curiosidad por saber cómo me quedaría un hacha atravesándome la cabeza. Más simpatía siento por las brujas y las calabazas. Una amiga de la infancia decía que toda mujer esconde una bruja. Buena o mala pero una bruja. No sé yo qué decirles, en más de una ocasión he tratado de convertir en gato a un par de indeseables y puedo asegurarles que de momento no he tenido mucho éxito. Y lo de volar en escoba pues también estaría sensacional así que este año estoy lanzada a invertir en una buena escoba y en unas medias a rayas rojas, a ver si salgo volando y dejo a todos los vecinos patitiesos de la impresión. Ya verán como ninguno me vuelve a mirar mal por no ir a las reuniones de la comunidad. Una buena puesta en escena y hasta es posible que me arreglen el jardín de balde. Sí, esta perspectiva me está animando, voy a decorar alguna calabaza y a hacerme la interesante por el barrio. Ya saben, algún comentario del tipo: «¿Habéis visto un pelo de ratón? Lo necesito para una cosita» o bien «¡Uy! Mi frasquito con aliento de murciélago que se me caía»… Ya les contaré, ya les contaré JA-JA-JA-JA-JA (Risa malvada, muy malvada).