Atrapando a Daniela es el blog de Sonia Ruiz en granadablogs.com, la comunidad de blogs de ideal.es. ¡Diviértete con las alegres aventuras de esta granadina!
¿Podéis imaginar a Cenicienta en el siglo XXI? Esa chica tuvo suerte de nacer cuando nació. Hoy el cuento hubiese sido pero que muy distinto:
Pajaritos y ratoncitos hacendosos: Todos metidos a indignados extremistas.
Hada Madrina: Liberada sindical. No daría señales de vida en todo el cuento.
Calabazas que se convierten en carrozas: Ni soñarlo, ya ni siquiera los pepinos se convierten en gazpacho…
Príncipe azul: No asistiría al baile. Pánico escénico. Y en caso de ir te confesaría que tiene tres hijos de relaciones anteriores y que jamás dejaría a su amante Pocahontas (feuchina pero con tirón)
Madrastra y hermanastras: Esas si seguirían igualitas, solo que las conocerías en clase de Aerobic y lo harían tres veces mejor que tú.
Vamos que el cuento sería un auténtico dramón. Menos mal que las princesas de ahora lo tienen mucho más fácil ¿o no?
Vale, pues es verdad. Hay que fastidiarse pero es así. El sexo es más importante para nosotras que para ellos. Tan sólo les reconozco su rapidez, porque en cuanto un hombre conoce, bueno no, avista un ejemplar femenino, pasan a etiquetarlo en plan “sí, me acostaría con ella” o “no, no lo haría” (la Dra. Marie Groven, de Massachusetts, asegura que en uno de sus estudios encontró un ejemplar masculino capaz de decir no. Dicho ejemplar se encuentra actualmente expuesto en el Museo Nacional de Historia Natural de Nueva Zelanda).
También les admito su sentido práctico del asunto, es cierto que en una primera cita mientras nosotras tratamos de decidir de qué color son sus ojos, ellos están pensando si seremos de las que nos gusta arriba o abajo (en aras del rigor científico, la Dra. Groven asegura haber clasificado dos ejemplares que acertaron el color de ojos de su cita, con un margen de error del 50%. Dichos ejemplares fueron incluidos en un programa de protección del Patrimonio Nacional y se pueden visitar todos los jueves de 12 a 14 horas en el Museo Arqueológico de Madrid).
Pero lo que se dice importancia nosotras le damos mucha más. Me dí cuenta ayer mientras tomaba un capuchino con mi amigo Carlos Peredo y salió el tema del sexo.
– No mi amor, vosotras le dais mucha más importancia, – me mira significativamente mientras arquea las cejas y da un profundo sorbo a su café.
Veo la luz, yo creía que estábamos compartiendo un capuchino y resulta que justo a la altura del hombro me ha salido una inmensa etiqueta de Carlos con un “SI” en la que no había reparado hasta ahora.
Me miro el hombro y miro a Carlos sorprendida. Si nos acostásemos, mañana Carlos volvería a ser mi amigo. Yo, sin embargo, aunque se lo he negado categóricamente, daría por hecho que tiene que llamarme, esperaría cierto compromiso y en realidad, qué diablos, me encantaría que ese compromiso viniese en forma de diamantazo talla brillante, aunque me conformaría con unas flores. La cosa es así y no se puede negar. (Bueno vale, siempre según los trabajos de la Dra. Groven, en Ohio fue localizada una chica que no esperaba llamada al día siguiente. Dicho sujeto se encuentra actualmente pasándolo bomba con la mitad del equipo de la Dra. Groben).
Las hay que le dan un toque de glamour a todo lo que hacen, y si no miren a Kate Middleton melena al viento enseñándonos como puedes llevar la basura y el tupper de las sobras sin perder un ápice de encanto. ¿Por qué sus tupper no se derraman? ¿Por qué la melena no se le viene a la cara haciéndola chocar contra una farola? ¿Dónde lleva el reciclado del papel? ¿En el mini bolsito blanco? ¿Lleva en el tupper dos docenas de croquetas a lo Queen Elizabeth para William? Después de todo, en todas partes cuecen habas.
Lo del súper ahí sí ya les digo que tiene menos mérito, porque vamos, si vas al súper y no compras pues la cosa se facilita una barbaridad, que el papel higiénico quita mucho caché, lo mires como lo mires, y eso de pasear el carrito vacío no deja de tener hasta su entrenimiento. Además, se nota que por ser princesa le pasan lo más grande, porque si yo me voy al super y empiezo a dar carritazos sin comprar ni unas olivillas a la tercera vuelta me están quitando el carro y los vales descuento.
Aunque al final se ve que ni Duquesa de Cambrigde ni pepinos en vinagre, vino el de amarillo y le dijo que a jugar al castillo, que allí ya se podía poner a lo que estaba o dejaba el carrito a otro cliente.
La princesa Beatriz ha subastado con fines benéficos en E-bay el sombrero que lució en la boda real. La puja comenzaba por 5000 libras y el afortunado ganador se lo llevó a casa por 75.000. ¿Habrá sido Lady Ga-Ga? ¿El sombrerero loco? De momento no lo sabemos, aunque una cosa sí tenemos clara, y es que lo echaremos de menos. La boda no hubiese sido tan divertida sin él.
¿Os apetece un paseo por África? ¿Queréis conocer el lugar donde se inspira la tercera entrega de Daniela?
La Reserva de Endalweni está situada en una de las zonas más bonitas de Sudáfrica, a orillas del gran río Kei. Es una auténtica frontera entre lo civilizado y lo salvaje con todos los ingredientes necesarios para cocinar una legendaria aventura.
¿Habéis disfrutado de Hatari!, Mogambo, Las Minas del Rey Salomón, El Hombre que pudo reinar, Tarzán, Los Dioses deben estar locos, El Rey León, Las nieves del Kilimanjaro? No sé vosotros, pero a mí me parece ver a Clark Gable y Ava Gadner detrás de cada esquina. Huele a genuina aventura.
Toda la noche soñando con Paul. Ha sido un sueño de lo más genial. Paul vivía en el fregadero y allí era feliz. Cada vez que a mí me surgía una dudilla allá que iba yo aceituna en mano a preguntarle a Paul (pues sí, en mi sueño el pulpo se alimentaba de aceitunas y bien sano que se le veía) y él me desvelaba los grandes enigmas de mi vida. ¿Es Arturo un mentecato o un príncipe azul aún por pulir? ¿Debo comprar la falda de Polo o la rebajarán más la semana que viene? Y la más anhelada ¿Soy edafóloga o geóloga? Total, que me he despertado optimista y satisfecha. Sin embargo, mientras me lavaba los dientes he tratado de acordarme de alguna respuesta y nada de nada..
De verdad, lo veo claro, yo necesito a Paul. En la vida real lo mantendría viviendo en una pecera en casa, y cada vez que se me cruzase cualquier duda me lanzaría a consultársela armada de cualquier cosa que coma un cefalópodo. ¿Debo de ir de vacaciones a Italia o mejor Portugal? ¿Debo salir en coche o habrá mucho atasco? Sería tan práctico saber que nunca iba a equivocarme.
Además, juntos haríamos de todo. Lo llevaría al parque, daríamos de comer a los patos, y a la vuelta veríamos alguna de sus películas favoritas, como:
“Algunos pulpos buenos”: La apasionante historia de cómo Paul optó por la verdad prediciendo la victoria contra Alemania, aún sabiéndose en territorio enemigo.
“Lo que el pulpo se llevó”: Un recorrido por todos los equipos que España y Paul dejaron en el camino.
“Paul fiction”: Una historia de emoción y crímenes en la azarosa juventud del pulpo.
Pues eso, que lo necesito. ¿Alguien sabe si está en venta?