Corazón roto
¿Por qué no le importa perderme?

 

¿Pero qué diablos es lo que hago mal? Digánmelo, de verdad, prefiero saberlo. Está muy claro que pincho en algún punto. ¿Pero en cuál?

Estoy harta de escuchar historias calcadas y todas con final feliz (la mía tiene uno tristísimo y humillante a más no poder). Lo cuentan sin darse importancia, como algo trivial cuyo desenlace solo podía ser uno: llamé, le amenacé con dejarle y en menos de diez minutos cambió por completo nuestra relación. Además, en cuanto supo que había terceras personas empezó a suplicarme para que no le abandonase. Habló de todo el tiempo que llevamos juntos, de las maravillas de permanecer a su lado, incluso me prometió toda clase de regalos maravillosos. ¿Y digo yo, por qué perderme a mí no le importa en absoluto? ¿Mis amenazas huelen a farol? ¿No tengo el tono dramático que la operación requiere?

¿Por qué corchos Movistar no me regala a mí un iPhone?