«Nadie llega al segundo párrafo», Walter Matthau a Jack Lemmon en Primera Plana, del genial Billy Wilder.
«No penséis que soy una rata asquerosa», Kirk Douglas como el periodista sin escrúpulos Chuck Tatumm en la película El Gran Carnaval
«Usted facilite las ilustraciones y yo pondré la guerra», Orson Wells en Ciudadano Kane repitiendo las palabras de William Randolph Hearts a su corresponsal Remington.
Y los viejos adagios periodísticos de 1001 Medios:
.-«No le digas a mi madre que soy periodista que se piensa que toco el piano en una casa de putas»
.-«Si todo nos sale mal en el periódico montamos un bar. Y si también nos va mal, lo abrimos al público».
Es la imagen descarnada y descarada que las inmortales películas americanas han dejado en la mente colectiva.
Los periodistas como ratas, borrachos, mentirosos, escoria, gente aprovechada, sin principios, rastreando la noticia independientemente del tipo de noticia que sea: Amarilla, rosa, basura, falsa, manipulada, torticera, roja, sangrienta o sanguinolienta.
Y, todo ello, envuelto en alcohol y risas. Y humo, porque como una vez escribí: «Hubo un momento en el que parecía que si no encendías un cigarrillo no saldría nunca el periódico».
Y de repente, todo cambió.
La culpa, Vietnam.
Los periodistas siguieron siendo unos aventureros, locos, apátridas… pero empezaban a tener sentimientos, lloraban y morían. Denunciaban. Su Periodismo era ahora comprometido. El Periodismo había encontrado su sitio junto a los más débiles.
Tenía ya el camino libre para convertirse en el Cuarto Poder, en la disciplina que, al servicio de los ciudadanos, podría fiscalizar al Poder Ejecutivo, al Legislativo y al Judicial.
Y lo consiguió: Llegó Watergate y el Periodismo llegó al cielo.
Se abrió una época de esperanza, de fuerza. El Periodismo se hizo mayor de edad. Crecieron los medios y se hicieron de masas. Se ganó mucho dinero y no se terminó de perder la independencia. En España, siriveron para acelerar y consolidar la Transición del Franquismo a la Democracia. Y también tuvo su momento épico, que guardamos todos en nuestra retina.
Han pasado treinta años prácticamente desde aquel 23F y los medios de comunicación, en el mundo occidental y en nuestro país, se han consolidado como lo ha hecho la que entonces era la joven Democracia. El Periodismo, en el caso español, se fajó con los atentados de ETA, los sucesos, la crónica política y parlamentaria y llegó a alcanzar su mayoría de edad en las Olimpiadas de 1992, cuando la radio, la prensa, las agencias y la televisión demostraron que podían competir en medios y talento con cualquiera del mundo.
Barcelona92, las últimas Olimpiadas que los periodistas cubrieron sin teléfonos móviles y sin internet. ¿Se lo imaginan ahora? Pues de esto es de lo que vamos a hablar mañana jueves, día 1 de marzo, en el auditorio de Caja Granada a partir de las 20 horas.
De cómo ha cambiado la labor del periodista, la labor de los medios de comunicación, y de cómo ha cambiado también nuestra audiencia.
Hablaremos del poder de Internet, de sus vicios y de sus virtudes. Hablaremos de Facebook y de Twitter. De los vídeos y de las letras. De las fotografías y de los blogs. De los virales y de las historias cotidianas que dan la vuelta a España convertidas en Trending Topics, como cuando lanzamos el proyecto #IdeasparaGranada
De cómo el SEO, el SEM, el SMO, Analytics, el karma, los followers, los like y los ‘me gusta’, los +1 y los +1000, los shares, los menenos y los ping son nuestros nuevos adjetivos para que la gente nos vea y nos lea. Y cómo los utilizamos en el diario Ideal para ser líderes en Andaucía y referencia en España.
Os explicaremos el éxito de nuestras portadas y cómo ‘impedimos’ que Marruecos se llevara el dinero de las entradas de la Alhambra. Recordaremos el homenaje a Enrique Casas, el primer político asesinado por ETA, nacido en Guadix. Y disfrutaremos de los Premios de Periodismo de la Junta de Andalucía ‘Lorca según Li’ y el ‘Tributo a Luis Portero’. También nos emocionaremos con el día que nos fuimos con Manuel a ver el concierto de ‘El Barrio’.
Como veréis, son temas serios. Pero hemos dicho que en este oficio no te haces rico, pero te diviertes. Así que nos despediremos con una sonrisa. Y explicaremos una pancarta ‘Queremos putas. Tranquilidad fuera’.
Luego, y esta es la gran certificación del cambio, abriremos un diálogo que seguro que es mucho más interesante que esta primera parte. Si no podéis acudir la etiqueta en Twitter es #VivaelPeriodismo Y si nos creemos algo de lo dicho, podemos recomendarla en Twitter, en el Facebook o en vuestra Red Social o blog o microsite favorito. Se agradecerá.
MÁS INFORMACIÓN
El viernes actualizaré este post con todos los links y vídeos y fotos
POSTDATA
Este post y esta conferencia está dedicada a Enrique Meneses, mi amigo, con quien hablo todos los días, porque me ayuda a mantener viva y comprometida mi vocación por el Periodismo. Gracias, Enrique.