La foto es de una de las vecinas que claman por Santa Adela desde hace ya muchos meses. Vale su peso en el oro de la realidad. Apenas veinte vecinos, de pie, a la luz del día, de brazos cruzados, en la plaza de Andalucía de Santa Adela, donde se reúnen cada lunes en asamblea informativa para poner en común el estado de su desgracia, según todos la califican, se sienten tratados «como chorizos», denuncian.
Dos furgonetas de la Policía Nacional -«no habrá otra cosa que hacer»- están estacionadas frente a ellos. Tras pedir explicaciones, el agente les dice que «estamos aquí para protegerlos», en «tono chulesco» que más bien «es intimidatorio», denuncian el cerco policial.
Todo empezó con un coche patrulla hace ya cuatro lunes. Hace tres lunes apareció la primera furgoneta policial, hace dos lunes aparecieron las dos de la fotografía y ayer, un coche camuflado con tres agentes en el interior se marcó cuatro vueltas a la plaza, según volvieron a denunciar los vecinos, cohibidos ante tal despliegue.
Estiman que todo empezó cuando fueron al pleno a intentar hacer llegar al alcalde sus protestas, lo que impidió un escolta policia. «Parece que desde entonces nos mandan estos recados superlativos de dos furgonetas de agentes para veinte vecinos que nos reunimos, todos mayores y con canas», protestan.
La semana que viene, en la Junta Municipal de Distrito del Zaidín, plantearán una pregunta «para saber el por qué de esta intimidación manifiesta». El grupo municipal socialista apoya a los vecinos de Santa Adela al tiempo que también denuncia «este acoso policial», critica la concejala socialista Ana Muñoz Arquelladas, quien como vocal de la JMD Zaidín también expresará su crítica» a esta evidente coacción policial» y a este «uso indiscriminado de la fuerza policial».
En mi pueblo le llaman matar moscas a cañonazos. O matonismo.