Empezaron las fiestas del Albaicín con el pregón en el centro de Servicios Sociales de la Plaza de Aliatar mirando al cielo. Aguantó una chispa el viernes pero con la caída de la tarde la lluvia obligó a suspender las actuaciones en Plaza Larga, pero no desde luego el ambiente.
El sábado siguió mirando al cielo y el Albaicín se llenó de bote en bote, la lluvia respetó la tarde-noche y el personal se lo pasó bien no, lo siguiente.
El domingo, por segundo año consecutivo, la lluvia obligó a suspender la romería al Cerro del Aceituno y la procesión de San Miguel, Patrón del Albaicín.
Mientras llovía, Alberto, en la imagen superior, daba inicio a la preparación del arroz en la explanada de la ermita de San Miguel Alto. Al final, la lluvia que impidió la procesión y la romería también oblicó a suspender el arroz.
Pero no la polémica y la rumorología. Por esta razón, el tesorero de la Asociación de Vecinos del Albaicín, Ramón Alcaraz, ha publicado en el Facebook de la propia AA VV el sieguiente texto, en el que deja claro lo que sucedió, por qué sucedió, lo que costó, quién lo pagó y cómo, y cualqueir detalle que levantara suspicacias.
Es el siguiente: «Llegan a los oídos de este humilde tesorero, que lo soy con la mayor honestidad posible, ciertas dudas vecinales que han explotado como falacias acerca del dinero del arroz que la lluvia impidió que nos comiéramos el domingo en San Miguel. Pues bien, porque me da la gana lo aclaro, y para tapar bocas maledicentes.El arroz se pagó, por supuesto, con dinero de la asociación, por supuesto, pero como el mal tiempo no nos dejó celebrar la fiesta, (no había ni dios) optamos por donar la carne y el sofrito a la Ciudad de los Niños, para que allí le echaran el grano y se lo comieran, nos daba pena tanto desìlfarro y de camino hacíamos una buena obra, que tampoco está mal. Y si alguien. quien sea, tiene alguna otra duda a este respecto, aquí estoy para dar la cara, cuando quiera hablamos de las cuentas, aunque no haya invertido un euro en cuotas, que es de donde nos nutrimos, del dinero de los socios, de los donativos y de la miseria que el Ayuntamiento subvenciona, pero de nadie más. Por cierto, si aún no sois socios os invito a participar, sois tod@s bienvenidos. Gracias».
Es decir, las cuentas de la AA VV del Albaicín claras, y el arroz en La Ciudad de los Niños. Dicho de otra forma, unas fiestas con un buen fin.
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Las fiestas del Albaicín, lluvia entre un mar de lágrimas (Leer el post aquí)