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Spiriman Ye-Yé: Yeah & Ya

Spiriman se ha vuelto Ye-Yé. Sí, por las yes o íesgriegas de sus dos reivindicaciones: Yeah, sí; pero también y ahora más que nunca, dice, ya.  El primer Yeah es el ya histórico «Dos hospitales completos». Pero ahora, tras alcanzar las plataformas por la sanidad pública e Granada el acuerdo con la Junta de Andalucía para le proceso de desfusión hospitalaria en Granada, al «Yeah» de marras se le ha añadido un clamoroso «¡YA!».

Y es porque no se fían. Por eso acusan a la Junta de «retrasar» el acuerdo de desfusión y siguen pidiendo las dimisiones de los responsables.

LAS FECHAS DE LA FUSIÓN A LA DESFUSIÓN
-21 de noviembre de 2014: Orden de la Junta de Andalucía que unificó los hospitales San Cecilio y Virgen de las Nieves en el Complejo Hospitalario Universitario de Granada
-7 de febrero 2017: El acuerdo para la desfusión hospitalaria se alcanzó entre la Junta de Andalucía y la plataforma por la sanidad pública en Granada el 7 de febrero de este año.
-27 de febrero de 2017: El Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA) publica la orden de la Junta de la desfusión, de acuerdo con el compromiso adquirido por el Gobierno andaluz en el acuerdo suscrito el pasado 7 de febrero entre la Consejería de Salud y las plataformas sanitarias de Granada.
-1 de junio de 2017: El proceso ahora abierto es el de adaptación de las estructuras de dirección existentes en la actualidad a lo establecido en la  orden, acomodando su funcionamiento y competencias a la nueva demarcación territorial de áreas hospitalarias que se establece. Para ello, el Gobierno andaluz se da seis meseshasta finales de agosto–, a pesar de que cuenta con documento aprobado en el Parlamento autonómico que le adelanta el plazo al 1 de junio de 2017.

Habra que ver ahora si, independientemente del ánimo, interés y compromiso de la Junta de Andalucía por cumplir el plazo previsto de verano de 2017 para completar la desfusión hospitalaria en Granada, lo cumplen.

Y no es por criticar ni tampoco por malmeter, pero así de repente, y que yo sepa, no recuerdo NI UN SOLO PROYECTO que la Junta de Andalucía haya cumplido a tiempo , en plazo, en tiempo y forma, en Granada. ¿Empezamos? Ni Metro, ni AVE, ni Autovías ni el Teatro de la Ópera ni…. Bueno, y ahora que lo pienso, ni la Junta de Andalucía ni el Gobierno del país desde la Moncloa.

Tendremos que denunciar a todos y lo mejor es que nos los juzgarán a todos en el TSJA, en esas salas de lo penal que van a poner nuevecitas en Sevilla y Málaga.

Grafitis 1 – Pintadas 0

Van ganado los grafitis. Van perdiendo las pintadas. El arte urbano que representan los primeros debe permanecer. La falta de educación y de ciudadanía debe desaparecer con las segundas, las malditas pintadas que afean la ciudad. El debate debe ser sobre los grafitis. El consenso sobre las pintadas. Hay que ayudar a los artistas urbanos, a los escritores, a que desarrollen su creatividad. Hay que articular soluciones, buscar espacios, crear protocolos y aprovechar que Granada es una potencia en arte urbano y está reconocida internacionalmente como tal.

Es cierto que los grafiteros son como un grito de rebeldía y que pintan o escriben, como dicen ellos, para expresarse. también es cierto que más allá del quebranto de las leyes, saben que su arte, por definición es efímero y sujeto a las inclemencias meteorológicas, al paso del tiempo. O, directamente, a que te repinten encima, como ha pasado tantas veces. La última, por señalar, el ‘ecce homo’ que han hecho al retrato de Joe Strummer de los Chas en su propia placeta.

Otro reto que hay que resolver y que es asimismo peliagudo es el derecho que tiene cualquier ciudadano a privatizar un espacio público. Es decir, por qué un grafitero puede pintar en tal pared y a un ciudadano que pase por allá todos los días le tenga que gustar, tenga que aceptarlo y transigir. Si el espacio de la ciudad es de todos, todos podrán opinar sobre lo que se ahce con él. Sin ánimo de polémicas pero con ganas del debate, ánimo a crear un espacio de discusión al respecto. Y aviso que me pondré de parte de los grafiteros, por supuesto.

Para demostrar mi posición, me he pillado mi cámara de fotos y he fotografiado unos cuantos que me parecen que tiene cada uno de ellos y a su manera, un toque especial. Que habría que buscar la forma de protegerlos y de que tengan todas las bendiciones de las administraciones, sí; pero también de los vecinos que van a convivir con ellos.

Claro, lo que me interesa es saber tú qué opinas

Lágrimas rosas

Mucha gente viene a Granada y lo primero que visita antes que la Alhambra es el Ruido Rosa. El local, que acumula casi tres décadas de birras y canciones, está ubicado en la zona de Pedro Antonio de Alarcón, en la calle Sol, y ha anunciado su cierre esta mañana. En Facebook y para desolación de todos los que fueron, todos los que van y todos los que tenían pensado visitarlo.

Natalia, camarera del Ruido, DJ y cantante de Dolorosa, un grupo indie con muy buenas pintas, no puede dejar de llorar cada vez que se da cuenta de que cierran el garito: “Nunca he llorado tanto”. “Nueve años en la barra es mi vida”. “Es una injusticia”. “Luego dirán que si-sí y que no-no”. “Mierda”. Y sigue con sus lágrimas rosas y te das cuenta de que nadie llora como llora Natalia el Ruido Rosa. Su cierre.

Son las lágrimas de dos generaciones, la que se reunía en los años noventa, cuando el local estaba pintado de rosa y tenía la barra a la izquierda. Y la siguiente, la que el año pasado siguió con pasión la ‘Maniobra de Resurrección’ de 091 y dos décadas después se seguía reuniendo en el mismo local, esta vez con las paredes pintadas de verde oscuro y la barra a la derecha.

Dice la leyenda urbana que es cierta que los músicos que han hecho famosa esta ciudad de Granada se reúnen en el Ruido aunque nadie les vea. Que se han reunido siempre. Y es cierto. La última noche que me dejé caer por el Ruido bajé los escalones y tras cruzar la puerta me topé con J de Los Planetas y al escuchar el riff de guitarra que se abría paso por los altavoces le confié: “Sólo tú y yo en el bar sabemos que es Hendrix”. Se descolgó dos segundos de la nube, enfocó la mirada y sonrió.

Una vez abierto el puto baúl de los recuerdos tendré que contar que en esos mismos escalones me estrechó la mano un tipo llamado Joe Strummer. En un spanglish gutural me soltó un “Hola, tío”, y le pedí un autógrafo. Es la única persona a la que le he pedido un autógrafo. Y la última. Luego nos pusimos a fumar a beber y a bailar y brillaba entre todos el bueno de Jesús Arias, el amigo del líder de The Clash, que nos lo presentó.

Hay muchas más historias que contar. Seguro que cada uno de vosotros, cada una de vosotras, tiene la suya. Si te apetece, puedes compartirla en los comentarios y contamos entre todos la historia de un bar que es, fue y será como Roma cuando el Imperio, una idea. Que es el lugar donde vive el alma y la música, el amor y nuestra juventud.

El comunicado publicado en Facebook, completo:  “ESTA NO ES MANERA DE DECIR ADIÓS. Sí, amigos, durante los últimos 30 años hemos intentado hacer de Granada una ciudad mejor. Nuestro empeño ha sido difundir la cultura musical en todas sus formas, contribuir a crear una escena musical alternativa a la corriente mayoritaria y también, por supuesto, hacer de Granada una ciudad más divertida. Pero nos vemos obligados a decir adiós.

Han sido tres décadas en las que hemos formado una gran familia en torno al Ruido Rosa, un lugar en el que nos hemos visto reír y llorar, amar y odiar, cantar, disfrutar en la búsqueda constante del mejor arte. Tras las puertas del Ruido hemos sido capaces de crear un pequeño espacio para la libertad, pero ahora esa libertad no es posible.

No queremos despedirnos sin dedicar un recuerdo muy especial para los que se quedaron en el camino, para los que de un modo u otro habéis trabajado en el Ruido, y a todos los que asiduamente o de vez en cuando os apoyasteis en nuestra barra, vosotros lo hicisteis grande. Y, cómo no, a todos los artistas que os subisteis a su pequeño escenario, a todos muchas gracias por vuestro arte, gracias y adiós.

Adiós porque esto muere, desaparece, se pierde por el empeño de las administraciones en aplicar leyes que impiden el desarrollo de actividades musicales en locales como el nuestro.

El apoyo a la escena musical de nuestra ciudad no debe consistir sólo en gestos y proyectos de cara al turismo. Al menos habría que cuidar que no se destruya el tejido musical ya existente.

Teníamos una larga lista de actuaciones para este año, pero la estricta normativa y la presión de las sanciones han terminado por asfixiar uno de los últimos templos de la música granadina. El Ruido cierra sus puertas para siempre.

En estos 30 años hemos visto pasar por el Ayuntamiento de Granada todo tipo de opciones políticas, todas con un denominador común: la constante persecución a la música en cualquiera de sus manifestaciones. Tres décadas de constantes normativas, tanto del Ayuntamiento de Granada como de la Junta de Andalucía, que limitan, vigilan, presionan y hacen imposible el desarrollo normal de cualquier actividad. Claro está, con un claro y desbocado afán recaudatorio.

En el Ruido se ha movido buena parte de la escena musical granadina, y ellos lo saben. Hemos sido la contracultura, los que contestan, los que no se callan, y eso no les gusta.

Esto es lo que está pasando realmente en Granada, «la ciudad del rock», la misma que entierra sus rios, mata a sus poetas y ahora también calla su música.

Esta vez ganan ellos, pero a veces hace falta un cadáver para que empiece una revolución. Pues bien aquí, lo tenéis.

Hey hey, my my, rock & roll will never die!

RUIDO ROSA”.

 

 

Balas perdidas

Las avenidas son amplias, espaciosas y, por ejemplo, en Joaquina Eguaras, la gente hace deporte, se estira, pasea, va con sus perros, hace running, se sienta en los bancos, le pega a la hebra que decía Miguel Delibes, vive y respira.

Hay plazas y parques. Por ejemplo el 28-F, que rinde homenaje 24 horas al día siete días a la semana 365 días al año a Andalucía desde el corazón de la Zona Norte. Un espacio único donde muchos niños se hacen mayores jugando, que es como hay que hacerse mayores, en la calle y al aire libre. Muy libre.

Entrando en la barriada de La Paz hay una peluquería que siempre tiene la puerta abierta y cuando llegas a la plaza de la Iglesia hay comercios que suministran productos frescos y ves a las maris con sus carritos. Luego, puedes tomarte un café con una buena tostada con aceite mientras los vecinos del barrio se saludan, conversan entre ellos de mesa a mesa y, qué gusto da, echan un vistazo al Ideal del día.

Enfrente hay un puesto de fruta y verdura que es tan barato y tan colorido que contrasta con el panorama de ladrillo rojo visto que predomina en este rincón de, también, la ciudad de la Alhambra.

Cuando subes las amplias avenidas te encuentras con farmacias, garajes, colegios y guarderías. Con el centro cívico y el centro de salud. Las pistas deportivas siempre las veo llenas, a todas horas. Y hay muchos mayores fumando y viendo pasar la vida, que es como hay que ver la vida pasar cuando ya eres mayor, en la calle y bajo el sol de Granada, pintado de color azul cielo.

Me gusta especialmente que hay verde por todos lados, que hay grafitis maravillosos y que hay bullicio de barrio y vida.

Los barrios de la Zona Norte también tienen problemas. Como por ejemplo las Historias sin Luz que contamos cada dos por tres y que han convertido la situación en un problema de salud pública. Y los orígenes y las consecuencias.

También hay balas perdidas, como hemos visto esta mañana con el tiroteo mortal a la luz del día. Una razón poderosa y necesaria para luchar por toda una generación joven que ya protestó esta misma semana en una manifestación.

Una generación de niños que juegan donde hay que jugar, en la calle y al sol. Y unos jóvenes que quieren oportunidades para salir corriendo de estas balas perdidas, condena y sacrificio. Luto y lágrimas para gritar al sol y al viento, con todo el amor que llevas dentro #ILoveZonaNorte

 

 

Granada, La Ciudad del Casi

¡Ay mi Granada!, la ciudad de la Alhambra, vergel nazarí de vega y nieve, costa Tropical y Alpujarra profunda y fecunda. ¡Ay mi Granada! (Gracias Tico, por la frase. Tico de Medina, Escolástico Medina, Cronista de Granada y su provincia con domicilio en IDEAL en la edición del domingo, con ilustración ad hoc de Mr. Guadalupe) Granada, la Ciudad del Casi a día de hoy. 

Por ejemplo, la Ciudad del Casi Metro, que lleva tanto retraso que ya la gente como que mira para otro lado y no se cree nada, ha perdido la ilusión y nada espera. (Nueva fecha, marzo 2017)

¡Ay mi Granada! También la Ciudad del Casi AVE, que ha conseguido que Granada lleve desconectada por vía férrea nosécuántos días sin que a ningún responsable (seis ministros van ya, para un solo AVE que no llega) se le caiga la cara de vergüenza y el peso de la ley sobre el espinazo.

¡Ay mi Granada! La Ciudad de la Casi Estación del Tren de Moneo con vistas a la Alhambra, un mero sueño de un arquitecto de verano y de un alcalde de invierno

¡Ay mi Granada! La Ciudad del Casi equipo en Primera, que vamos los últimos en la Liga y esto lo escribo con el mayor de los dolores, y nadie da un duro por un equipo en estado de coma.

¡Ay mi Granada! La Ciudad del Casi Atrio de la Alhambra, que cuando ya estaba todo presupuestado, es decir, con dineros, y con el concurso internacional aprobado y concedido, y con todos los vistos buenos favorables, se ha quedado a las puertas de la nada más abismal.

¡Ay mi Granada! La Ciudad de la Casi Segunda Circunvalación, que como advierte Jesús Quero, desde el Campus de la Salud, «se tarda media hora de la playa al PTS, y otra media hora del PTS a la rotonda de Maracena». De momento, habrá que esperar hasta el año que viene.

¡Ay mi Granada! La Ciudad del Casi Aeropuerto de la Señorita Pepis, que le ha llegado uno desde Londres y ya se cree mayor. Un poner, Sevilla ha anunciado ayer mismo QUINCE nuevos vuelos, y no pienso hablar de Málaga.

Paro ya. Sin Metro, sin AVE, con el aeropuerto de la señorita Pepis, pero la Junta nos concede un casino . Granada, La Ciudad del Casi no

PD: El casino tendrá ruleta, pero también la ruleta puede ser rusa, y descerrajarse un tiro en el cráneo o, como es más común aquí, la ciudad en todo el pie.