Categoría: 31diasdeagosto

31 días de agosto: Los 400 golpes (Día 1)

 

Hemos vuelto

Vuelve el mes de agosto y vuelve esa nostalgia extraña de la juventud, de cuando el tiempo estaba desordenado como el cabello de la chica que te gustaba al salir del agua, de mecerse en las olas que con su espuma acariciaban lo que tú no podías.

Vuelve agosto y durante 31 días iremos encadenando píldoras que unas veces serán escenas de películas, otras serán versos -siempre poesía siempre-, otras serán retazos de novelas o sus personajes. Canciones, por supuesto, dentro de la magna historia del rock and roll. Seguro que hay bares, plazas, avenidas y bulevares con sus sueños ya no rotos. Descascarillados.

Habrá motos y coches, patinetes y saltos de alegría. Habrá superhéroes, archivillanas, distopías e infiernos. Zambullidas y cócteles. Es el verano del Negroni cuando antes lo fue del Gimlet. ¿Brindamos? ¿Llenamos de nuevo? Piensa que, al doblar la esquina, vomitamos.

Imagen relacionada

Los 400 golpes

31 de julio, San Ignacio de Loiola, santo patrón de Guipúzcoa y Vizcaya, sigo dando vueltas en el sofá. Hace tanto calor.

Hace no tantos años tenía unas sanas costumbres de comer por este día txuletón, pimientos y Rioja del bueno. Y terminó. Hace un par de años, no tantos, decidimos que este día, al atardecer, sería bueno para quedar siempre para tomar una birra, hubiera pasado lo que hubiera pasado. Fui. Y estuve solo. Parece ser que las tradiciones que uno inventa para sobrevivir desaparecen por sí solas.

Así que el plan no era más que dar vueltas y vueltas en el sofá intentando conciliar el sueño y esperando que este primero de agosto madrugara fresquito. Y diferente.

Ni cita, ni birra. Ni tampoco sueño. No había manera. Así que decidí buscar una peli para ver si me ensimismaba y me queda sobado. Buceé entre las series y nada. Buceé en Movistar y nada. Busqué en Rakuten y tampoco. Busqué en Netflix y nada. Todo apuntaba a que tendría que ponerme los pantalones y una camiseta y buscar en una barra un último y apurado trago que me acompañara en el viaje extraño de esta noche.

Hasta que apareció Antoine Doinel, ese alter ego de François Truffaut en Los 400 golpes, la película que rápidamente decidí ver hasta acabar en el mar.

La vi en un pis pás. Sin colorines, sin efectos especiales, sin besos, sin amor, sin sexo, sin esperanza, sin glamour, sin algo sexi, sin risas, sin camino. Y sin embargo, bella, tierna, sensible, educativa. Y por supuesto, rebelde, ácida y crítica. Un placer para los sentidos, que te los vuelve a despertar y te los mantiene alerta.

Ante el ruido tóxico, el magma absurdo, el discurso fútil, mucho Truffaut y su Novelle Vague

Pistas para agosto

-François Truffaut y Los 400 Golpes. Date un paseo por este link y me cuentas. Leerás «la historia de un hombre marcado por el recuerdo de una niñez atormentada que llegó a ser el crítico más atrevido de París y el autor más sensible del cine contemporáneo».
-“La película del mañana será un acto de amor”. Ya lo dijo Truffaut. Y pocos como el cineasta han sabido reflejar los extraños vericuetos personales que uno toma para consumar el acto romántico. Para el francés, “el amor es el tema más importante, es el tema de los temas. Y es meritorio que se le consagre la mitad de una carrera (como Bergman) o las tres cuartas partes (como Renoir) porque cada relato posee su propio valor, del mismo modo que cada amor es único. Personalmente, una historia de amor me interesa cuando tiene algo muy especial, incluso excepcional”. El amor, en efecto, atraviesa la mirada de Truffaut sobre la infancia, sobre el cine y se consagra como el gran tema en el triángulo pasional de Jules y Jim (1962), en las caricias de Pierre Lachenay sobre La piel suave(1964) de su amor adúltero, la etérea Nicole (François Dorléac), e incluso queda cosificado en esa legión de piernas que acuden al entierro de El amante del amor (1977).
-La Nouvelle Vague.  François TruffautJean-Luc GodardJacques RivetteÉric Rohmer o Claude Chabrol, y sobre todos ellos su precursor Jean Pierre Melville. Todo dentro de la mítica revista Cahiers du Cinéma.
-El duelo Truffaut-Godard. Una de esas relaciones amor odio en el cine francés como la de Gabriel García Márquez y Mario Vargas Llosa en la Literatura hispanoamericana. Aquí tienes el trailer del documental.

Y mañana…

Hemos dicho más arriba que estos 31 días de verano serán píldoras encadenadas. Así que mañana nos iremos a morir en el mar. Así que mañana nos iremos a vivir en el mar. Así que mañana.

Recuerda. Hay que besarse más. Y en verano, mucho más

 

Los 31 Días de Agosto, uno a uno

UNO A UNO
Son como hormigas (Agosto Día 1)
Desde el Infierno (Agosto Día 2)
Donde todo empezó (Agosto Día 3)
Bajo la sombrilla (Agosto Día 4)
Flores en la cabeza (Agosto Día 5)
Estos es un Tercio español (Agosto Día 6)
Paellas y Guiris  (Agosto Día 7)
Mirando como mira Marilyn (Agosto Día 8)
Muros de gomaespuma (Agosto Día 9)
La siguiente estupidez (Agosto Día 10)
El desamor como fuerza creativa (Agosto Día 11)
Un lugar en el mundo (Agosto Día 12)
Un momento de dolor (Agosto Día 13)
Ojos Verdes  (Agosto Día 14)
La edad de la inocencia (Agosto Día 15)
Hay que hablar del tabaco (Agosto Día 16)
Cruzaremos espejos (Agosto Día 17)
De cabeza (Agosto Día 18)
Las distancias (Agosto Día 19)
Amor Desesperado (Agosto Día 20)
Like A Rolling Stone (Agosto Día 21)
Despedidas (Agosto Día 22)
Suciedad (Agosto Día 23)
La Aventura (Agosto Día 24)
Arañazos (Agosto Día 25)
Pinchazos (Agosto Día 26)
Los Besos ( Agosto Día 27)
Días y Noches (Agosto Día 28)
Saludos (Agosto Día 29)
Un collar tropical (Agosto Día 30)
Un Negroni y no puedo quitar los ojos de ti (Agosto Día 31)

31 Días de Agosto: Un Negroni y no puedo quitar los ojos de ti

(Agosto Día 31)

02Bar02

La temperatura del tugurio cambió. En algunas esquinas el termómetro podía marcar bajo cero. Caras gélidas, miradas glaucas, ademanes hostiles, espinazos erectos, rictus pétreos. En otras, hacía calor tropical. Peña sofocada, corazones desbocados, latidos tan marcados como para llevar el ritmo de la canción que sonaba, lenta y suave, sinuosa. Gotas de sudor perlaban las frentes y se agolpaban en los pechos. Las manos les acompañaban. Los hierros querían disparar sus corazones letales de plata y pólvora. Hielo y fuego, todos los moradores del bar tenían una buena razón para despachar al tipo que entraba por la maldita puerta giratoria. A mí me daba completamente igual. Ya conocía al tipo de marras y sabía que estaba en su salsa y que más pronto o más tarde habría una buena razón para partirle la cara. Pero no era hoy ese día. Ni tampoco sería mañana. De momento. Así que volví mi cuello con un ligero tic rápido y encaré lo que realmente me importaba y, por segunda vez en menos de cinco minutos, dejaría que la vida transcurriera a su aire a mis espaldas. Yo era mi taburete, de madera, añejo, con tantos culos sobre él a lo largo de cuatro décadas de humo y alcohol barato que podría doctorarme con un tratado epistemológico sobre cómo cruzar las piernas y acodarme en una barra para buscar problemas. El problema del día tenía rizos, toneladas de bucles. Curvas. Ojos almendrados, mirada rasgada. Labios sensuales. Para colmo, decía ‘Hola’ muy bajito. De ahí los Negronis, con su amarga combinación de Vermouth y Ginebra despachados con un golpe de muñeca de Campari, esa mezcla italiana que le termina de dar a esa bomba de relojería alcohólica el toque de distinción no solo para cogérsela con elegancia, sino para que la mujer que tienes enfrente te acompañe sin pestañear. Y hay damas que cuando pestañean, vuelan y se llevan tu alma, tu corazón, o lo que sea que te quede todavía dentro de tu pellejo.

-«¿Por qué brindamos?», susurró ajena a la tóxica atmósfera que amenazaba tormenta en el bar.
-«Por nosotros, no queda otra», me la jugué inocente para buscar un vínculo.
Misteriosamente, sonrió de vuelta de mi frase, alzó el vaso con el Negroni y lo chocó con fuerza contra el mío
-Salud, bello. Lo que das en la vida te viene de vuelta, extendió el brindis inicial

Los altavoces dejaban caer por el local las notas musicales de la canción. La letra se dispersaba con ecos por las paredes y rebotaban entre ellas. Era como si yo solo la pudiera escuchar. Bebí un sorbo más del Negroni y no pude quitar los ojos de ti. En ese momento, me percaté que me estaba enamorando. Del tirón.

RECOMENDACIONES
¿Cómo se hace un Negroni? En este link tienes toda la info
02Negroni

UNO A UNO
Son como hormigas (Agosto Día 1)
Desde el Infierno (Agosto Día 2)
Donde todo empezó (Agosto Día 3)
Bajo la sombrilla (Agosto Día 4)
Flores en la cabeza (Agosto Día 5)
Estos es un Tercio español (Agosto Día 6)
Paellas y Guiris  (Agosto Día 7)
Mirando como mira Marilyn (Agosto Día 8)
Muros de gomaespuma (Agosto Día 9)
La siguiente estupidez (Agosto Día 10)
El desamor como fuerza creativa (Agosto Día 11)
Un lugar en el mundo (Agosto Día 12)
Un momento de dolor (Agosto Día 13)
Ojos Verdes  (Agosto Día 14)
La edad de la inocencia (Agosto Día 15)
Hay que hablar del tabaco (Agosto Día 16)
Cruzaremos espejos (Agosto Día 17)
De cabeza (Agosto Día 18)
Las distancias (Agosto Día 19)
Amor Desesperado (Agosto Día 20)
Like A Rolling Stone (Agosto Día 21)
Despedidas (Agosto Día 22)
Suciedad (Agosto Día 23)
La Aventura (Agosto Día 24)
Arañazos (Agosto Día 25)
Pinchazos (Agosto Día 26)
Los Besos ( Agosto Día 27)
Días y Noches (Agosto Día 28)
Saludos (Agosto Día 29)
Un collar tropical (Agosto Día 30)
Un Negroni y no puedo quitar los ojos de ti (Agosto Día 31)

31 Días de Agosto: Un collar tropical

(Agosto Día 30)

Un collar tropical de colores deslumbrantes, ensortijado en una melena de cabellos oscuros, piel morena, piel canela, piel camisón breve y negro, piel sonrisa confusa y una mirada, muchas preguntas pero pocas respuestas, salvo las que se esconden en lo más profundo de una noche única: Vértigo, Magia y Precisión. Por eso juro que nunca más volveré a beber, a verte y a besarte. Porque si te beso, me enamoro, me emborracho de ti y vuelvo. Eso, te lo prometo

RECOMENDACIONES
Viajando con los Stones. He aquí la crónica de lo que fue llamado el acontecimiento mundial de la década de los setenta: la gira de los Rolling Stones por los Estados Unidos. Un frenético carrusel que atravesó el país y alcanzó su clímax en Nueva York. Inmersos en el torbellino, asistimos a frenéticas orgías, drogas y sexo a mansalva, depresiones nerviosas, encontronazos con la policía, etc., en compañía de Mike Jagger y los Rolling Stones, su equipo y su séquito, lasinfatigables groupies, los fans locales, los Ángeles del Infierno y los Grandes Nombres: la princesa Radziwill, Hugh Hefner, Truman Capote, Terry Southern, Andy Warhol… Ahora proponemos de nuevo este clásico del periodismo contracultural, con un magnífico prólogo de Diego A. Manrique, máximo especialista español del tema, encargado expresamente para esta edición.
-Lo mejor de Rolling Stone, recoge treinta y siete de los artículos más importantes y más influyentes de la revista en los últimos veinticinco años, escritos por autores como Hunter S. Thompson, Tom Wolfe, Ken Kesey, Tim Cahill, Greil Marcus, Kurt Loder y P. J. O’Rourke. Incluye una introducción del fundador y director Jann Wenner, y nuevos prólogos de cada redactor describiendo con íntimos y a veces extravagantes detalles la historia secreta de cada reportaje. En el prólogo, Jann S. Wenner dice lo siguiente: «Larry [Wright], que se unió a nosotros como auxiliar de edición en 1985, describe de este modo la responsabilidad que asume un escritor serio al aceptar un encargo de Rolling Stone: «No sólo ha de decir la última palabra sobre un tema, sino que el enfoque ha de ser descarado y el estilo, vigoroso.» El criterio que yo establecí desde la primera edición era más elemental y menos elegante: la historia ha de tratar de algo interesante e importante, no será un duplicado de lo que puedas leer en cualquier otra parte; has de ir allí e informarte desde las mismas entrañas del infierno, lo que significa que has de apasionarte y sentirte implicado, arriesgarte; escribirlo bien –tan extenso como sea necesario– y ser preciso en cada detalle; y, para terminar, decir sinceramente lo que piensas. Es lo que exigí de los trabajos a los escritores y editores de Rolling Stone«.

UNO A UNO
Son como hormigas (Agosto Día 1)
Desde el Infierno (Agosto Día 2)
Donde todo empezó (Agosto Día 3)
Bajo la sombrilla (Agosto Día 4)
Flores en la cabeza (Agosto Día 5)
Estos es un Tercio español (Agosto Día 6)
Paellas y Guiris  (Agosto Día 7)
Mirando como mira Marilyn (Agosto Día 8)
Muros de gomaespuma (Agosto Día 9)
La siguiente estupidez (Agosto Día 10)
El desamor como fuerza creativa (Agosto Día 11)
Un lugar en el mundo (Agosto Día 12)
Un momento de dolor (Agosto Día 13)
Ojos Verdes  (Agosto Día 14)
La edad de la inocencia (Agosto Día 15)
Hay que hablar del tabaco (Agosto Día 16)
Cruzaremos espejos (Agosto Día 17)
De cabeza (Agosto Día 18)
Las distancias (Agosto Día 19)
Amor Desesperado (Agosto Día 20)
Like A Rolling Stone (Agosto Día 21)
Despedidas (Agosto Día 22)
Suciedad (Agosto Día 23)
La Aventura (Agosto Día 24)
Arañazos (Agosto Día 25)
Pinchazos (Agosto Día 26)
Los Besos ( Agosto Día 27)
Días y Noches (Agosto Día 28)
Saludos (Agosto Día 29)
Un collar tropical (Agosto Día 30)

31 Días de Agosto: Saludos

(Agosto Día 29)

Milo Manara Chica Rubia OKOK

Rizos. Toneladas de bucles. Curvas. Ojos almendrados, mirada rasgada. Labios sensuales, húmedos como higos frescos en la boca de Kamala, un andar pausado, acompasado con las caderas. Media sonrisa. Todo eso pasaba justo detrás de mí, mientras acodado en la barra del bar, la esperaba. Nos habíamos visto otras veces. Pero esta iba a ser la primera. La de veras. «Hola», susurró La Maga. Muy bajito pero sonoro. Directo y sensual. Era un ‘hola’ que abría las puertas si te atrevías a cruzarlas. Llenas de trampas, sí. Pero una invitación en toda regla. Obvié el momento, más nervioso que una monja embarazada, ante la inmensa presencia de aquella chica que decía ‘Hola’ muy bajito. Ella, imperturbable, tomó la iniciativa
-¿Qué estás tomando?
-Un Negroni, respondí, esperando que causara esta respuesta el efecto buscado
Ella se quedó como en puntos suspensivos. No se lo esperaba. Así que se pidó uno igual.Había empatado el encuentro pero me había quedado sin cartas. A este paso, me iba a quedar sin ropa, corazón y alma antes siquiera de pedir la cuenta. Después de tantos y tantos meses de miseria acumulada, vi el reto y lo acepté. Esta vez, sí me molestaría quedar fuera de juego. No me iba a gustar perder. Odiaría ser superado por enésima vez. Lucharía. Y una leve sonrisa pirata se le dibujó entre la nariz chata y el suave mentón de tipo duro pero poco. Ella, La Maga, sabía que estaba ante el tipo que le podría volver loca en cualquier segundo si seguía los pasos que Ella marcaba sin que nadie los supiera. Ya armados con peligrosos Negronis, se dispusieron a brindar justo en el mismo instante en que aquella puerta giratoria volvió a escupir a una persona en el vientre de aquel tugurio.

RECOMENDACIONES
-The Black Croweshave sold over 35 million albums and are known as one of rock’s best live acts. They’re currently touring the U.S.
-Julio Cortázar, escribió Rayuela, novela de nuestra vida, que la vas leyendo más o menos como te da la gana. En esa novela, vive La Maga.

UNO A UNO
Son como hormigas (Agosto Día 1)
Desde el Infierno (Agosto Día 2)
Donde todo empezó (Agosto Día 3)
Bajo la sombrilla (Agosto Día 4)
Flores en la cabeza (Agosto Día 5)
Estos es un Tercio español (Agosto Día 6)
Paellas y Guiris  (Agosto Día 7)
Mirando como mira Marilyn (Agosto Día 8)
Muros de gomaespuma (Agosto Día 9)
La siguiente estupidez (Agosto Día 10)
El desamor como fuerza creativa (Agosto Día 11)
Un lugar en el mundo (Agosto Día 12)
Un momento de dolor (Agosto Día 13)
Ojos Verdes  (Agosto Día 14)
La edad de la inocencia (Agosto Día 15)
Hay que hablar del tabaco (Agosto Día 16)
Cruzaremos espejos (Agosto Día 17)
De cabeza (Agosto Día 18)
Las distancias (Agosto Día 19)
Amor Desesperado (Agosto Día 20)
Like A Rolling Stone (Agosto Día 21)
Despedidas (Agosto Día 22)
Suciedad (Agosto Día 23)
La Aventura (Agosto Día 24)
Arañazos (Agosto Día 25)
Pinchazos (Agosto Día 26)
Los Besos ( Agosto Día 27)
Días y Noches (Agosto Día 28)
Saludos (Agosto Día 29)