JEANNE: No sé cómo te llamas
PAUL: No tengo nombre
JEANNE: ¿Quieres saber el mío?
PAUL: No, no, no me lo digas, no quiero saber tu nombre, tú no tienes nombre y yo tampoco tengo nombre, no hay nombres, aquí no tenemos nombre
JEANNE: Estás loco
PAUL: Es posible que lo esté, pero no quiero saber nada de ti. No quiero saber dónde vives ni de dónde eres, no quiero saber absolutamente nada de nada, ¿has comprendido?
JEANNE: Me asustas
PAUL: Nada… Tú y yo nos encontraremos aquí, sin saber nada de lo que nos ocurra fuera, ¿de acuerdo?
JEANNE: ¿Pero por qué?
PAUL: Pues porque… aquí no hace falta saber nombres, no es necesario. ¿No lo comprendes? Venimos a olvidar, a olvidar todas las cosas, absolutamente todas, olvidaremos a las personas, lo que sabemos, todo lo que hemos hecho, vamos a olvidar dónde vivimos, olvidarlo todo
JEANNE: Yo no podré. ¿Tú sí?
PAUL: No lo sé. ¿Tienes miedo?
JEANNE: No
Una mañana de invierno, Paul (Marlon Brando), un hombre de 45 años recién enviudado, y Jeanne (Maria Schneider), una actriz amateur de 20, se encuentran casualmente mientras visitan un apartamento de alquiler en París. La atracción entre ellos es muy fuerte, tras mediar apenas unas cuantas palabras y sin conocerse, hacen el amor apasionadamente en el piso vacío. Es El último tango en París.
Hay polémica sobre la polémica, años después.
5 comentarios en 31 días de agosto: Sex (Día 13)