Apenas doscientos metros separan Santa Escolástica de la calle Molinos. Entre medias se cruza la plaza Fortuny y la del Realejo. A lo largo de estos escasos doscientos metros se acumula un aluvión de garitos que ofrecen comidas del mundo que se combinan con las propuestas clásicas de tapas y raciones, y también con los gastrobares de rabiosa actualidad o los restaurantes más coquetos.
La explosión de sabores que envuelve al Realejo esta primavera ha llamado incluso la atención de la guía gastronómica más consultada de todo el mundo. No. No se molesten. No es ni la guía Repsol ni la guía Michelín. Ni tampoco sus parientes más alternativas como las guías de ‘Trotamundos’. ‘El New York Times’ acaba de publicar una artículo que explica la transformación de la vieja judería granadina en un barrio para sibaritas.
«Es una zona mágica de la ciudad», comienza el relato que firma la periodista Sara Lieberman y en el que ha entrevistado a un ramillete de protagonistas de esta transformación, como se asegura en el texto, que ha remozado la zona. A lo largo del reportaje habla con los responsables de Gar-Anat Hotel, en la placeta de los Peregrinos; con los de la Taberna del Jamón, en la plaza de los Campos; la tienda de alimentos Agroláchar, en la calle San Matías; o con los dueños del colmado italiano Cacho e Pepe, en la calle de la Colcha. También en el mismo Realejo podría haber entrevistado a los responsables de Casa Diego, una de las mejores tiendas de delicatessen de Granada; o con Évora, que venden vinos de todo el mundo escogidos por ellos mismos.
Otro de los protagonistas es Papaupa, en la calle Molinos, que con su oferta ‘retrofashion food’ y su decoración a medio camino entre Manhattan y el salón de tu abuela, ha combinado el remojón granaíno y las papas a lo pobre con las arepas y el ceviche colombiano.
Calle arriba acaban de abrir Colagallo, con un maravilloso pulpo seco y, en el siguiente número de la misma calle, aparece un mexicano con tapas y margaritas, primo hermano del más antiguo, en la mismísima plaza del Realejo, de muchos conocidos por su celebre pintada en la pared que reza: «Prohibido bailar encima de las mesas». Más una invitación que otra cosa.
Arriba, el bar Damasqueros con su codiciada terraza y enfrente El Jergón, alternativo y con propuestas culturales como su Festival de Cortos Ateos. Y, prácticamente encima, El Gato Gordo, la Casa del Microteatro, que ofrece representaciones cada jueves y viernes por la tarde desde hace un año y sortea las entradas a través de Facebook.
Ya tenemos los sabores de América con tacos, fajitas, arepas y ceviche. Bajamos la pendiente y nos encontraremos con el resto del mundo. En la plaza del Realejo hay pizzas para comer a bocados y Terra, sencillo pero confortable, que ofrece desde muffins a unas alitas tereyaqui, que es una preparación oriental que deja a la altura del barro a la otrora ganadora, la salsa barbacoa.
En la plaza Fortuny, dos establecimientos asiáticos ofertan comida para llevar: woks tailandeses uno y sushi y nigiri el otro, ambos perfectamente escoltados por un local de papas asás exprés y el mítico Sota, que resiste al ‘invasor’ culinario ahora y siempre junto al bar Molinos y su maravillosa colección de fotografías antiguas de la ciudad.
La esquina siguiente está ocupada por el gastrobar La Borraja, uno de los grandes renovadores de la oferta en el Realejo con Lola y su restaurante Damasqueros, una propuesta gastronómica única en la ciudad. En la misma plaza acaban de inaugurar estas pasadas Navidades otro local de calidad.
Se llama 3 Maneras y te puedes comer un perrito caliente de cangrejo y levitar. Frente por frente, probablemente los mejores kebabs de la ciudad, o al menos, con los del establecimiento compañero de Santa Escolástico, los que cuentan con más solera y tradición.
Ya queda menos por recorrer de estos doscientos metros de cocina de los mundos y dos pubs jalonan la meta. Irlandeses y de madera, ofrecen pintas de las mejores lagers de la verde isla esmeralda. Poco queda por terminar el recorrido hasta llegar al mítico bar Candela, que acaba de renovar su oferta y ofrece bocadillos para cinco personas. Traineras se llaman. No podía faltar el toque vasco en esta oferta con las mejores cocinas del mundo.
LOS CINCO CONTINENTES (Vale, falta Australia)
Europa. Los dos pubs ofrecen todo el sabor de la verde Irlanda con toques de madera y pintas.
África. Los kebabs en todas sus variaciones se ofrecen las 24 horas al día a precios económicos.
América. Los clásicos tacos y toda la parafernalia mexicana aderezada con margaritas y coronitas. Además, arepas y ceviches colombianos o patacones de banana.
Asia. La gran novedad. Están de moda los woks de verduras y el sushi con toda su variedad de colores y sabores.
Y de Granada. No hay que olvidar que estamos en el Realejo, con bares y restaurantes de gran altura y tradicionales repartidos por todos los rincones. Y, por supuesto, el Campo del Príncipe.